Durante un desayuno organizado por el PP de Madrid, Rajoy tuvo que responder a varias preguntas de periodistas y compañeros de partido sobre la investigación judicial del soplo a ETA, en la que el "número dos" del Ministerio del Interior aparece como uno de los posibles implicados por las llamadas telefónicas que tuvo la noche anterior con el entonces director general de la Policía.

Rajoy evitó arremeter contra Camacho porque "el líder de la oposición no puede hacer afirmaciones si no tiene las pruebas" necesarias de que el secretario de Estado de Seguridad está completamente implicado en el chivatazo a ETA.

Por eso, se limitó a "pedir explicaciones" del Gobierno y recordar que el PP ha solicitado la comparecencia parlamentaria del fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido; del ministro de Justicia, Francisco Caamaño; y del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Subrayó que Pumpido debe aclarar por qué ha pedido el archivo de la causa cuando más datos se están conociendo del chivatazo, Caamaño tiene que decir si se ofrecieron puestos de responsabiliad a los jueces responsables del caso a cambio de que lo cedieran a Baltasar Garzón y Rubalcaba debe responder sobre la "enorme gravedad" del asunto.