Durante el acto, celebrado en el Auditorio de la Fundación Mapfre, el presidente de esta fundación, Antonio Huertas, defendió en papel del sector fundacional en España, compuesto por más de 9.000 entidades y 200.000 trabajadores y que beneficia a más de 30 millones de personas, y su contribución a la mejora de la sociedad, “sobre todo en un momento en el que aumenta la demanda y disminuyen los recursos”.

El presidente de la Asociación Española de Fundaciones (AEF), Javier Nadal, aseguró que “se trata de un justo homenaje a un gran profesional y gran persona” y subrayó que es una publicación que incide en los asuntos que preocupan al sector y a la sociedad civil. Desde su punto de vista, el sector “está en un momento de atasco, de crisis de crecimiento y riesgo de legitimidad”, y con un volumen de ingresos que ha descendido en los últimos tres años un 22%.

Además, destacó que “vivimos momentos de más exigencia”, por lo que es necesario “un esfuerzo adicional de transparencia para no perder la credibilidad ganada e incrementarla” e insistió en la necesidad de creación de un protectorado y registro único de fundaciones.

Por su parte, el presidente del Cermi y de la Fundación Derecho y Discapacidad, Luis Cayo Pérez Bueno, señaló que la garantía última de defensa de los derechos de los colectivos vulnerables corresponde al Estado de Derecho, “pero esto no excluye la existencia de una sociedad civil colaborativa y corresponsable”. Según afirmó, esta obra está pensada en clave humana y contribuye a “arrojar un poco de luz sobre los asuntos del sector que están en la agenda política”.

El homenajeado, Carlos Álvarez, señaló que es un “defensor del fortalecimiento de la sociedad civil y del sector fundacional como requisito para mejorar la sociedad”. Asimismo, se refirió a retos del sector, como la “oportuna y necesaria” aprobación de la Ley del Tercer Sector o el Estatuto de la Fundación Europea.

Finalmente, el secretario general técnico del Ministerio de Justicia, Julio Carlos Fuentes, afirmó que el Estado tiene una responsabilidad en la defensa de los colectivos más vulnerables, pero “es incapaz de hacerlo solo”, por lo que apuntó que uno de los objetivos del Gobierno es facilitar las relaciones entre la Administración Pública y las fundaciones.

FORTALECER LA SOCIEDAD CIVIL

Este homenaje a Carlos Álvarez “se fundamenta en la preocupación a lo largo de toda su vida por densificar el tejido fundacional y hacerlo con una finalidad clara: fortalecer a la sociedad civil a través de la actuación de empresas socialmente responsables que promuevan un desarrollo económico colectivo no excluyente”.

Carlos Álvarez es licenciado en Derecho por la Universidad de Valladolid y abogado en ejercicio del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid. A los 23 años empezó su andadura profesional trabajando como colaborador técnico del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social mientras preparaba oposiciones a la Inspección de Trabajo, las cuales dejó en 1966 para vincularse a Mapfre, empresa donde ha desarrollado la mayor parte de su vida laboral.

Ha compatibilizado su trayectoria profesional con cargos de responsabilidad en diferentes organismos, como presidente de Acción Social Empresarial, vicepresidente de Secot, vocal del Patronato de la Fundación Mapfre, vocal del Patronato de la Fundación Foessa, vocal del Patronato de la Fundación Encuentro y actual vicepresidente segundo de la Fundación Derecho y Discapacidad. Además, ha sido presidente de la Asociación Española de Fundaciones, cargo que desempeñó de 2007 a 2011 y en el que dio un decidido impulso para la articulación y fortalecimiento del sector fundacional.