En los pasillos del Congreso de los Diputados, denunció la "separación jesuítica" de Ruz de la instrucción de los casos de corrupción "que más preocupan al PP".

La decisión del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) es, en su opinión, una "cuchillada aplazada" al juez, porque se le permite seguir hasta marzo, con lo cual podría concluir la instrucción de una parte del `caso Gürtel´, pero no abordar la parte "fundamental" de la trama, incluida la relativa al extesorero del PP Luis Bárcenas.

Lo que hace, sentenció, es "cargarse en diferido" al juez, con un hecho que demuestra por sí solo que el Gobierno, en contra de sus promesas, no quiere afrontar la corrupción.

Llamazares denunció que el Gobierno "vuelve a someter" al CGPJ al "partidismo político más descarado", utilizando sus órganos de dirección "para sus objetivos políticos", lo cual es "un desastre" para la democracia.