En declaraciones a Servimedia, Hernández explicó que "las mujeres con discapacidad viven la violencia de género más grave porque en muchos casos su grado de dependencia hacia el maltratador es mayor. Si a las mujeres sin dependencia les cuesta dar el paso, a las que tienen dependencia les cuesta todavía más. Además, el acceso a los recursos es también más complicada para ellas".

Por ello, agregó Hernández, "tenemos conciencia de ese problema y luchamos por remediarlo. Es muy importante la presencia del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) en el Observatorio de Violencia contra la Mujer porque nos hacen tomar conciencia de la situación y tener presente a las mujeres con discapacidad e intentar que todos los servicios para las maltratadas sean accesibles para ellas".