Según explicó el portavoz del Gobierno municipal, Enrique Núñez, se prevé que con el Plan se dejarán de emitir 135.000 toneladas de dióxido de carbono, 400 de óxidos de nitrógeno y 26 de micropartículas en suspensión como consecuencia de los 3,2 millones de kilómetros diarios que se calcula se dejarán de realizarse en coche respecto a los que se harían, supuestamente, si no se aplicaran medidas disuasorias.

Así, aunque en 2020 se estima que se realizarán 130.000 desplazamientos más al día (un 3,5% más), no perjudicarán el nivel de congestión gracias a que aumentará del 42% al 45% el uso del transporte público para desplazarse y del 29% al 32% el traslado en bicicleta o andando, mientras que la proporción de trayectos que se harán en coche bajará del 29% al 23%.

Entre las medidas del Plan se incluyen el SER inteligente, la prioridad de los autobuses en los semáforos, la mejora de la red ciclista, la creación de aparcamientos de disuasión o la vigilancia tecnológica de la carga y la descarga. Fuentes municipales explicaron a Servimedia que también se contempla genérica la creación de áreas de prioridad residencial, pero no aclararon si finalmente se hará la tercera de Madrid en la zona centro.

Núñez explicó también que en el periodo de información pública abierto desde la aprobación inicial del Plan se recibieron un total de 12 escritos de alegaciones y uno más de comentarios que suman 186 observaciones.

De ellas, 24 se han incorporado al Plan; el resto, eran redundantes, afectaban a otras administraciones o implicaban cambios normativos. El Plan volverá a modificarse si en 2017 no se constata al menos un 25% de cumplimiento de los objetivos marcados en cuanto a contaminación.