Según informó la Policía, los agentes españoles han participado durante dos meses en una iniciativa desarrollada por la agencia europea de fronteras (Frontex) en los principales aeródromos europeos, entre ellos el Adolfo Suárez Madrid-Barajas, en la que se han realizado 4.736 controles específicos de menores.

En los nueve aeropuertos de la Unión Europea (UE) que han participado en esta iniciativa se han analizado 1.100 casos sospechosos de tráfico de menores y se han abierto 10 investigaciones.

Además del de Madrid, los aeropuertos en los que se han realizado estos controles son los de Ámsterdam, Bruselas, Bucarest, Frankfurt, Ginebra, Zúrich, Lisboa, Oporto y Madrid. El objetivo principal del operativo era detectar posibles situaciones de riesgo en las que puedan encontrarse algunos menores de edad que y protegerlos para evitar que acaben siendo víctimas de organizaciones criminales dedicadas al tráfico y a la trata de seres humanos.

AGENTES DE 27 PAÍSES

La Policía explicó que, teniendo en cuenta la naturaleza transnacional de los delitos de tráfico y trata de seres humanos, Frontex puso en marcha la operación Vega-Children en los principales aeropuertos europeos. Se estima que estas instalaciones son potenciales lugares tanto de llegada como de tránsito hacia otros destinos de menores víctimas o potenciales víctimas de estos delitos.

La iniciativa comenzó el pasado 17 de septiembre y ha finalizado el 19 de noviembre. En ella han participado 27 policías de fronteras de los mencionados aeropuertos, además de representantes de la Organización Internacional para las Migraciones (IOM), del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y Cáritas. Estas entidades han tomado parte en calidad de asesores en materia de asistencia a menores potenciales víctimas de estos delitos.

Durante algo más de dos meses que ha durado el operativo de Frontex, se han realizado un total de 4.736 controles de menores que viajaban en solitario o bien acompañados por adultos no responsables de su tutela. En estas inspecciones se detectaron cerca de 1.100 casos sospechosos que requirieron un análisis más exhaustivo, realizándose una entrevista en profundidad a las posibles víctimas y a los acompañantes en su caso, así como distintas comprobaciones para descartar una situación de tráfico o trata. Diez de estas actuaciones han generado la apertura de investigaciones para determinar si el menor iba a ser traficado.