Con esta petición, Camarero pretendía hacer reflexionar al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) sobre las dos niñas asesinadas por su padre la semana pasada en Asturias apovechando éste un permiso de visita.

Por ello, aunque resaltó la coordinación entre los tres ministerios implicados en la lucha contra la violencia de género -Sanidad, Justicia e Interior-, instó a seguir luchando y hacer un ejercio de responsabilidad para evitar la muerte de mujeres y niños indefensos.

En este sentido, abogó por incluir a los menores en la reforma que sobre la Ley de Violencia de Género está preparando el CGPJ porque, agregó, "nos queda mucho por hacer. Hay que actuar con eficacia, rapidez y rotundidad" contra el machismo.

Por su parte, el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, que al igual que Camarero estuvo presente en el Senado en el acto de inauguración del V Congreso del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, explicó que en 1907 el entonces fiscal general del Estado ya hablaba sobre la necesidad de erradicar este tipo de delito y denostaba que el asesinato de mujeres fuera calificado de crimen pasional.

Glosó lo realizado durante estos diez años de funcionamiento de la Ley de Violencia de Género, pero alertó de que "sin la dotación económica adecuada" luchar contra esta lacra será imposible.