De Guindos, en los pasillos del Senado, dijo a los periodistas que “el PSOE es un partido en el que los populismos sobran”. El ministro señaló que la reforma del artículo 135 “no cae del cielo”, sino que “formó parte de un “tratado internacional firmado por España”, ya que se enmarcaba en el “pacto de estabilidad presupuestaria” de la zona euro.

Añadió que la modificación de este artículo de la Carta Magna, que pactaron la pasada legislatura PSOE y PP, “no es sólo un tema de normativa doméstica, sino que tiene implicaciones desde el punto de vista internacional”.

Preguntado sobre si Sánchez apoya ahora modificar el artículo 135 para contrarrestar el ascenso en las encuestas de Podemos, De Guindos dijo que puede entender “las dificultades políticas” del PSOE, puesto que este partido “se encuentra entre la herencia recibida del Gobierno de Zapatero y Podemos”.

“AYUDÓ A GENERAR CONFIANZA”

Sin embargo, el ministro remarcó que “el PSOE es un partido en el que los populismos sobran”, ya que “es importantísimo tener seriedad en este tipo de cuestiones”. Sobre las propuestas económicas de Podemos, aseguró que “hay cosas que son evidentes y que no voy a comentar, porque no hay que dar tres cuartos al pregonero”, en referencia a que no le merecen crédito los planteamientos en este campo del partido que lidera Pablo Iglesias.

De Guindos insistió en que modificar la Constitución “no es sólo de cuestión de consumo doméstico, tiene implicaciones desde el punto de vista de lo que es todo el entramado institucional de España”. Destacó que, para garantizar la estabilidad presupuestaria europea, unos países modificaron sus normas fundamentales y otros aprobaron leyes orgánicas.

Respecto a si España hubiera sido rescatada por la Unión Europea si no se hubiese reformado el artículo 135 de la Carta Magna, De Guindos dijo que el rescate “estuvo muy cerca” y que plasmar en la norma fundamental lo referido al pago de la deuda “fue un elemento que ayudó a generar confianza”. Apuntó, en este sentido, que el Banco Central Europeo compró más de 40.000 millones de euros de deuda española en los peores momentos de la crisis.