Francisco se manifestó en estos términos durante la 29 Conferencia Internacional organizada por el Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud, que estuvo dedicada en esta ocasión al autismo, y a la que acudieron familias que conviven con este trastorno, según informa el Servicio de Noticias del Vaticano.

El Papa dio las gracias a los organizadores de la Conferencia por haber elegido un argumento tan complejo como el autismo que “interpela directamente la responsabilidad de los gobiernos e instituciones, sin olvidar, por supuesto, las de las comunidades cristianas”.

Del mismo modo, el Papa agradeció la labor de todas las organizaciones que trabajan con este colectivo en el día a día, así como a los investigadores que se esfuerzan para profundizar en el conocimiento de este trastorno.