Amnistía alerta de que China amenaza la libertad en Internet intentando forjar normas cibernéticas globales

- Denuncia que las autoridades de este país han bloqueado el acceso a miles de webs

MADRID
SERVIMEDIA

Amnistía Internacional (AI) afirmó este martes que “los crecientes intentos” del Gobierno chino de promover unas normas cibernéticas globales son “otra señal de que la libertad en Internet sufre un ataque permanente”.

Esta organización hizo esta aseveración en vísperas de la I Conferencia Mundial sobre Internet, que se celebrará en la provincia de Zheijiang (este de China) entre el 19 y el 21 de noviembre y que congregará a altos cargos públicos chinos y líderes cibernéticos mundiales para debatir sobre el futuro de la Red.

AI señaló que “muchos ‘ciberexpertos’ consideran que este acto forma parte del intento de China de tener mayor influencia en las normas que regulan Internet”.

"La libertad en Internet está amenazada por gobiernos de todo el mundo. Ahora parece que China está impaciente por promover sus propias normas nacionales sobre Internet como modelo de regulación mundial. Es algo que debería producir escalofríos a cualquiera que valore la libertad en línea”, dijo William Nee, investigador de Amnistía Internacional sobre China.

Nee indicó que el modelo de la Red en China es “de prohibición y control extremos”, y que las autoridades de este país “emplean un ejército de censores para actuar selectivamente contra individuos y encarcelan a numerosos activistas simplemente por ejercer su derecho a la libertad de expresión a través de Internet”.

De hecho, subrayó que cientos de personas han sido detenidas desde la llegada de Xi Jinping al poder “sólo por expresar sus opiniones en línea”, mientras las autoridades “siguen abusando del derecho penal para reprimir la libertad de expresión, lo que incluye detener y encarcelar a activistas por publicaciones en línea que los censores consideran antirreglamentarias”.

En este sentido, agregó que muchos miembros del Movimiento Nuevos Ciudadanos, una red difusa de activistas cuyo fin es promover la transparencia del Gobierno y sacar a la luz la corrupción, como Liu Ping, han sido detenidos en parte debido a las fotografías y las opiniones que han publicado en Internet.

“VERGONZOSO HISTORIAL”

El pasado mes de septiembre, Ilham Tohti, destacado intelectual uigur y fundador del sitio web Uighur Online, fue condenado a cadena perpetua por “separatismo” en un juicio de motivación política. La prueba principal que aportaron las autoridades fueron los artículos publicados en su web.

Además, Amnistía Internacional recalcó que las autoridades chinas han bloqueado el acceso a miles de sitios web, entre ellos Facebook, Instagram y Twitter, y que también estaban prohibidos importantes sitios web internacionales como los de la BBC y el ‘New York Times’.

En los medios sociales, están censuradas decenas de frases, incluidas todas las alusiones a la represión de la plaza de Tiananmen en 1989 o a las protestas en curso en favor de la democracia en Hong Kong.

“Los líderes empresariales que van a acudir a Zhejiang deberían defender públicamente la libertad en Internet y cuestionar el vergonzoso historial del Gobierno chino. Los derechos humanos no deben ser un tabú”, afirmó Nee.

AI explicó que Internet ha tenido “un peso incalculable” en el desarrollo de los derechos humanos, al revolucionar el acceso a la información y mejorar la transparencia y la rendición de cuentas, pese a lo cual “gobiernos de todo el mundo siguen socavando” la libertad en la Red. “Las autoridades utilizan cada vez más la tecnología web para reprimir la libertad de expresión, censurar información sobre violaciones de derechos humanos y llevar a cabo actividades de vigilancia masiva e indiscriminada en nombre de la seguridad, a menudo en colaboración con las empresas”, agregó.

Así, apuntó que los gobiernos de Estados Unidos y Reino Unido han socavado la libertad en Internet con los programas de vigilancia masiva e indiscriminada dirigidos por la Agencia de Seguridad Nacional y la Jefatura de Comunicaciones, que invaden la intimidad a escala mundial, y empresas con sede en países occidentales como Reino Unido, Alemania e Italia, están exportando programas informáticos que permiten a los gobiernos acceder a los ordenadores de activistas de derechos humanos, blogueros y periodistas y que pueden dar lugar a la persecución selectiva de individuos.

(SERVIMEDIA)
18 Nov 2014
MGR/gja