La vicepresidenta y portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, hizo estas declaraciones en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros al ser preguntada en varias ocasiones sobre la controversia política suscitada en Cataluña desde el pasado domingo y la posibilidad de que la Fiscalía decida actuar.

"Como Gobierno respetaremos la actuación de la Fiscalía, que como se ha encargado de recordar es autónoma. Pido que el resto de los poderes públicos tengan el mismo respeto", dijo Sáenz de Santamaría en alusión indirecta a la Generalitat.

Afirmó que la Fiscalía actúa de manera autónoma respecto al Gobierno" y se rige siempre por los principios de "unidad y actuación bajo dependencia jerárquica del fiscal general". Señaló que cuando actúa lo hace "en defensa del Estado" en su conjunto y no del Ejecutivo, que para ello tiene a la Abogacía General.

Sobre las divergencias que supuestamente ha surgido en esta materia entre el fiscal general del Estado y los fiscales de Cataluña, Sáenz de Santamaría bromeó sobre el tema y mantuvo al margen al Gobierno: "Desconozco si se resiste o no se resiste, a lo mejor tiene usted más información que yo, probablemente".

La vicepresidenta manifestó que, en opinión del Gobierno, "había una resolución de suspensión" de la consulta independentista y "no se ha respetado". "Si eso es constitutivo de delito debe decirlo la Fiscalía".

Sáenz de Santamaría subrayó que "algunos órganos judiciales han apuntado que es posible que lo sea" pero insistió en que debe ser el fiscal general quien lo explique y adopte las decisiones pertinentes según "sus propios procedimientos y mecanismos".

Recalcó que a la Fiscalía le mueve el principio de "imparcialidad" y por ello el Ejecutivo no sabe si finalmente presentará alguna querella contra el presidente catalán, Artur Mas, o alguno de sus consejeros por promover y amparar la consulta independentista que había sido anulada por el Tribunal Constitucional y el Supremo.

Sáenz de Santamaría recordó que el Gobierno de España se limitó a acudir al Tribunal Constitucional en dos ocasiones para pedir que se anulara la consulta al considerar que atentaba como los principios de unidad y de soberanía nacional.

La vicepresidenta hizo un llamamiento "a la moderación, a la serenidad y al gobierno" porque "la fractura siempre genera fractura" y, como prueba, esgrimió que cuatro días después de la consulta los mismos partidos que se habían unido para su convocatoria "están como están".