Los resultados del estudio señalan que España tiene una tasa de obesidad en adultos del 16,6%, por encima de países europeos como Francia (12,9%) o Alemania (14,7%). A este respecto, el observatorio indica que la actividad física es una solución “imprescindible” para abordar este problema, que debería ser considerado una “cuestión de Estado”.

A través de un comunicado, la entidad reseñó que el papel de las autoridades locales resulta fundamental en la promoción de la actividad física entre los ciudadanos. El estudio revela que la mitad de los ciudadanos encuestados considera que las autoridades no inciden lo suficiente en el desarrollo de la actividad física, uno de los porcentajes de descontento más alto de Europa.

“El deporte reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia y determinados tipos de cáncer, entre otras. Además, una persona más sana realiza un consumo menor de fármacos y requiere menos asistencia sanitaria, algo que se traduce en un gasto sanitario inferior”, señaló el observatorio, que incide también en que unas buenas condiciones físicas reducen la pérdida de jornadas de trabajo.

El estudio concluye que no existe falta de interés en desarrollar una estrategia de actividad beneficiosa para la salud en España, pero sí una “falta de visión o de ambición con respecto a otros países con los que debemos compararnos”.