Los detenidos en la capital aragonesa habían provocado numerosos altercados en parques de ciudad, que intentaban controlar como si fuesen suyos. Esta situación obligaba a continuas intervenciones de los cuerpos de seguridad.

Según informó la Policía, los arrestos se produjeron en el marco de la ‘operación Caribe’, en el que se ha investigado varios episodios violentos ocurridos en los últimos meses en la capital aragonesa, en los que se habían visto involucrados jóvenes pertenecientes a las denominadas ‘bandas latinas’.

Después de analizar la información relativa a los sucesos violentos investigados, las pesquisas de los agentes les permitieron comprobar que, efectivamente, los jóvenes involucrados estaban vinculados con grupos de jóvenes sudamericanos.

Durante la detención se han practicado registros en los domicilios de los miembros más destacados del grupo, donde se ha encontrado documentación y efectos que ratifican su pertenencia a los ‘Dominican Don't Play’.

ESTRUCTURA JERÁRQUICA

Los 12 arrestados pertenecían a unos denominados ‘coros’ de esta banda latina. Estos ‘coros’ son subgrupos dentro de la estructura de la organización y que tienen dependencia jerárquica de Madrid. En Zaragoza se ha detectado la presencia de individuos procedentes de ‘Coros’ de Madrid.

En este sentido, el pasado martes, una vez que la Policía obtuvo las identidades y paraderos, se procedió al desarrollo de la fase operativa de la operación. Se arrestó entonces a 12 personas como presuntas autoras de un delito de asociación ilícita y la imputación por el mismo motivo de dos más - un menor y un recluso que cumple condena por homicidio-.

Los detenidos, además de constituir una asociación ilícita, tienen en su haber numerosos antecedentes por delitos contra las personas y contra la propiedad. Esta banda latina está organizada en un ‘coro’, según la jerga de sus componentes, y posee una estructura rígidamente jerarquizada y actúa principalmente en parques de la ciudad.

Los integrantes de estos grupos consideran los parques su territorio, de manera que provocar la inseguridad de los usuarios de los mismos. Esto también obliga a numerosas intervenciones de los cuerpos policiales para mantener el orden. La Policía destacó que estas bandas, para mantenerse económicamente, cometen robos violencia e intimidación y se dedican al tráfico de drogas.