Entre el material decomisado estaban las últimas novedades en películas de cartelera y música, además de una amplia gama de películas pornográficas. Todo ello hubiera tenido un valor económico en el mercado de más de 380.000 euros, según la Policia Nacional.

El responsable de esta actividad ilícita, de nacionalidad china, tenía encerrados en el piso a dos compatriotas a los que obligaba a elaborar las copias en horario nocturno.

Los agentes del Grupo XXIII de la Brigada Provincial de Policía Judicial comenzaron la investigación a mediados de este mes.

En el domicilio se han intervenido también un ordenador de sobremesa, tres impresoras de color, una guillotina industrial, unos 90.000 blister de plástico y miles de carátulas.

El material posteriormente era distribuido de forma directa en diferentes puntos de la Comunidad de Madrid y mediante empresas de paquetería al resto del territorio nacional.

En el interior de la casa malvivían encerrados dos súbditos chinos, que carecían de llaves para poder salir ya que solamente el encargado disponía de las mismas.

Esta persona era quien les llevaba la comida y retiraba los restos al tiempo que les obligaba a trabajar en horario nocturno, grabando y estuchando los soportes ópticos para preparar los pedidos. Las cajas con las copias terminadas eran posteriormente retiradas por el "jefe" para su distribución.