Rajoy se expresó en estos términos en su discurso de clausura en el XVII Congreso de la Empresa Familiar (IEF), celebrado en Alicante, que pronunció minutos después de que el Tribunal Constitucional suspendiera, con su admisión a trámite, el recurso del Gobierno contra la votación promovida para el próximo domingo, 9 de noviembre, por el presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas.

“Creo que es posible que PP y PSOE se pongan de acuerdo (en una reforma de la Constitución), pero ¿creen que es posible que aquellos que apoyan el derecho de autodeterminación la vayan a aprobar?”, preguntó Rajoy.

El presidente del Gobierno planteó igualmente ante el auditorio empresarial “si creen que debemos poner en nuestra Constitución el derecho de autodeterminación que no existe en ninguna Constitución escrita del mundo. “Sólo existía en Yugoslavia, la URSS y Etiopía”, afirmó.

Rajoy consideró que éstas “no son preguntas menores” porque, se preguntó, si la reforma de la Constitución tiene que ver con “responder los problemas de alguien”. “¿Esto es para contentar a alguien? ¿Es para eso?”, preguntó para cuestionar si entonces serviría.

"DISPUESTO A HABLAR"

“Estoy dispuesto a escuchar todas las propuestas de reforma de la Constitución que se hagan, pero que se hagan y que tengan consenso porque una Constitución sólo de dos partidos, no”, afirmó.

El presidente del Gobierno se mostró "dispuesto a hablar", pero insistió en que "hay que saber qué es lo que se quiere reformar y qué es lo que quieren".

Defendió que tiene “la responsabilidad de ser el presidente del Gobierno”. “Estoy dispuesto a escuchar, pero no he visto la concreción de eso que no deja de ser un discurso”, afirmó para rechazar que “no es bueno el eslogan”, sino que “lo importante son los contenidos”.

Con todo, Rajoy planteó, como viene haciendo, que es fundamental saber para si la reforma lleva “a una igualdad o a una diferencia” y “en qué se plasman los hechos diferenciales que hay”.

El presidente del Gobierno realizó una defensa de la Constitución después de que el Tribunal Constitucional suspendiera la consulta del 9-N. “Significó para España democracia, garantía de nuestra libertad y derechos fundamentales y un modelo de Estado absolutamente diferente del que existía en aquel momento”, afirmó.