La opción más económica según el estudio son los técnicos independientes autorizados, con tarifas desde los 45 euros frente a los 100 de la revisión de fabricantes y comercializadoras de gas. No obstante, lo habitual es que fabricantes y comercializadoras incluyan una revisión dentro del servicio de mantenimiento anual con un precio de hasta 130 euros al año.

Estos contratos de mantenimiento presentan “muchas diferencias” según la compañía en cuento a la rapidez en atender la avería, si incluyen recambios gratis o si asumen el coste de la inspección quinquenal de la instalación.

La OCU recordó que la revisión obligatoria de la caldera de gas se realiza cada dos años, por lo que anima a los usuarios que pagan por un servicio de revisión anual a que “revisen su contrato y valoren si les interesa o no renovarlo”, aunque explicó que la cancelación de este servicio puede obligar a pagar las mensualidades pendientes.

Según el Reglamento de Instalaciones Térmicas de Edificios esta revisión es independiente de la inspección obligatoria que realizan las distribuidoras de gas cada cinco años para comprobar el buen estado de las instalaciones de gas canalizado para garantizar la seguridad del sistema y tiene un coste fijado por cada comunidad autónoma de en torno a 50 euros.

Para evitar engaños, OCU pide a los consumidores que desconfíen de a quienes se presentan en su domicilio sin avisar, que pidan la acreditación al técnico, que apunten la fecha de las revisiones y que no paguen en efectivo, excepto si es un técnico independiente.