En el XVII Congreso Nacional de la Empresa Familiar, el monarca hizo referencia también a la importancia de que se favorezca el aumento del tamaño medio de las pymes y una “mayor vocación y presencia internacional”.

Según el Rey, “la empresa familiar es un activo fundamental para una economía sana y dinámica”. Por ello, pidió contar con estas empresas “como un actor fundamental para darle músculo y solidez a nuestra base productiva y para luchar contra las altas tasas de desempleo que afectan” a España.

Para el monarca, la empresa familiar presta un “indudable servicio al progreso de nuestra economía”, es un “bien social en sí misma” y “su permanencia y estabilidad son virtudes que los poderes públicos han decidido amparar y fomentar”.

Además, subrayó que ofrecen “mayor estabilidad” en el empleo, tienen menores niveles de deuda, menores ratios de quiebra y cuentan con mayor número de mujeres en todos sus ámbitos, incluidos los Consejos de Administración.

Felipe VI agradeció la labor que realiza el Instituto de la Empresa Familiar (IEF) para contribuir al aumento del tamaño medio de las compañías, ya que “un mayor tamaño empresarial es sinónimo de mayor capacidad para acceder al crédito y de mayor intensidad exportadora e innovadora”.

También valoró el papel del IEF en impulsar la actividad exterior de las empresas y recordó que fuera de España es donde “nuestras empresas han dado muestras de fortaleza fundamentales para mantener los niveles de competitividad en nuestra economía".