La investigación de varios expertos del IEF, plasmada en un estudio titulado "Nueva clasificación socioeconómica de los declarantes del IRPF", analiza a partir de una muestra de contribuyentes de la renta en 1992 la distribución de ingresos entre asalariados, pensionistas, rentistas, empresarios y profesionales.

El resultao es que 424.000 contribuyentes (el 3,5 por ciento de los 12 millones que presentaron declaración) obtenían la mayor parte de sus ingresos de las rentas ganadas con sus propiedades en títulos financieros o en inmuebles.

La base imponible anual media por la que tributan los rentistas se sitúa en 2.307.452 pesetas, lo que les coloca claramente por encima del asalariado medio y de la mayoría de los profesionales, empresarios (incluyendo a los agricultores) y pensionistas.

El colectivo de contribuyenes que vive básicamente de las rentas (aunque en algunos casos pueda simultanearlas con ingresos menores procedentes de la actividad profesional o por cuenta ajena) obtiene la mayor parte de sus ingresos del capital mobiliario.

Este tipo de propiedades (que incluyen acciones, obligaciones y deuda pública o emitida por empresas, entre otros valores), les proporcionan casi el 60 por cien de sus ingresos.

Los rendimientos del capital inmobiliario (desde cobro de alquileres a venta de sólares o finca) suponen alrededor de otro 22 por cien de los ingresos con los que los rentistas viven notablemente mejor que el promedio de cualquier otro sector de la población.

El informe incluye datos de la evolución de los rentistas en el trienio 1990-92, y muestra que aumentaron en ese periodo un 26,5 por ciento, aunque su ingreso medio se redujo en algo más de 100.000 pesetas.

La consideración de rentistas se limita a quienes ingresan al menos medio millón de pesetas anuales, a fin de evitar la distorsió que supondría incluir en este colectivo, por ejemplo, a niños u otras personas que no realizan ninguna actividad retribuida y a los que sus familiares hayan abierto cuentas de ahorro a su nombre.

ASALARIADOS, EMPRESARIOS Y PROFESIONALES

Por otra parte, el estudio clasifica a un 1,5 por ciento de los contribuyentes, alrededor de 186.450 en cifra absolutas, como directivos, entendiendo como tales a los asalariados que ganan más de 8 millones al año.

Otro 1.478.000 son altos asalariados, con suelos de entre 3,5 y 8 millones; 3.815.000 son asalariados medios, con retribuciones de entre 1,5 y 3,5 millones; y 2.230.000 son asalariados de sueldos bajos, con ingresos menores de 1,5 millones.

El informe muestra que el asalariado medio declara una base imponible al Fisco que es inferior en casi 113.000 pesetas al año a lo que ganan los rentistas, que también ingresan más que un profesional o un empresario medio.

Sobre estos últimos, el estudio estima en 45.100 los grandes empresarios con más de50 millones de facturación, que declaran (tras deducir gastos) una base imponible media de 6,79 millones de pesetas. El resto, 1.741.400, son empresarios que facturan menos de 50 millones y declaran un promedio de 1,76 millones de base imponible.

Entre los profesionales, un colectivo mucho más reducido, hay 39.800 catalogables como grandes profesionales, a los que el estudio atribuye unos ingresos medios de 11.024.454 pesetas. Sin embargo, la mayoría de este colectivo, 187.200, se mueve en unos ingress que giran en torno a unos ingresos de 2,75 millones.