España es uno de los países europeos que menos dinero destina a cooperación
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
España es uno de los países europeos que menos dinero destina a cooperación al desarrollo, tras el recorte del 22% del presupuesto en 2014, con respecto a 2012, por parte del Gobierno, según señalaron este jueves las autoras del informe ‘Impacto de la crisis sobre el tejido social solidario en España’.
El informe, presentado por la Fundación Alternativas, persigue el objetivo de analizar en profundidad qué impacto está teniendo la crisis económica y financiera sobre el tejido social solidario en España, “un tema que parece desplazado en la agenda”, señaló la directora del laboratorio de la Fundación, Belén Barreiros.
Las autoras de documento, Erika Rodríguez y Kattya Cascante, adelantaron que España es uno de los países que más ha reducido su presupuesto a la cooperación, con disminuciones continuadas en los PGE de 2013 y 2014. “A pesar de ello y de la falta de interés del Gobierno, el apoyo de la ciudadanía se mantiene”, señaló Rodríguez.
Pese a que España se presente como uno de los países más concienciados con el deber moral de cooperar, las autoras comentaron que la inexistencia de una educación formal sobre cooperación tiene como consecuencia que la sociedad civil no entienda la repercusión que tiene la cooperación al desarrollo en el bienestar social.
“Desde las administraciones se entiende que recortar la ayuda a la cooperación es imprescindible para mantener el Estado de bienestar, es una manipulación”, concretó Rodríguez. “A la sociedad civil se le ha impuesto decidir sobre si era más importante la pobreza interna o la externa”, añadió Cascante.
El informe recoge que una de las consecuencias de los recortes y del aumento de las dificultades para la participación social es el letargo y desactivación del tejido social, dado que, pese a que anualmente se crean 2.568 asociaciones en España, muchas de ellas dejan de funcionar a los pocos meses. A este respecto, las autoras incidieron en que el voluntariado en España descendió en los últimos años.
A su vez, el informe critica el reparto de gastos que llevan a cabo las ONGD, que desembolsan más dinero en comenzar nuevos proyectos que en tareas de información y sensibilización. “Las ONGD deben potenciar aquellos ámbitos de trabajo que la sociedad española necesita, como la Educación para el Desarrollo”, afirmó Cascante.
“La gente está despistada sobre el destino de los fondos y sobre cómo metodológicamente se ejecuta”, continuó la autora, quien exclamó que la Educación para el Desarrollo debería estar integrada en la educación formal de los jóvenes españoles por las instituciones educativas.
“Desincentivar el tejido social solidario como garante principal de los compromisos con el desarrollo debilita la cohesión social”, concluyeron las autoras del informe, quienes consideraron que los recortes institucionales continuarán sucediéndose.
(SERVIMEDIA)
30 Oct 2014
ACG/gja