Durante la rueda de prensa de presentación de resultados trimestrales, Cano señaló que la contribución negativa del negocio inmobiliario en España se está reduciendo de manera importante.

En este sentido, el número dos del banco se mostró convencido de que “en dos o tres años” la entidad logrará eliminar el efecto negativo del sector inmobiliario en sus cuentas e incluso “pueda ser positivo”.

En el terreno puramente bancario, el peso del beneficio de la unidad de España ha sido al cierre del tercer trimestre del 27%, el 8% si se tienen en cuenta todos los negocios del grupo en España.

Según dijo Cano, la intención del banco es que el peso se aproxime al margen neto de la entidad, que cerró el trimestre en el 29%, “y por tanto está en niveles similares”. “Descontando el mundo inmobiliario, la contribución de España se acerca a lo esperable”, insistió Cano.

En esta línea, el consejero delegado del banco constató que la mejora de la actividad económica en España “se empieza a notar claramente en la actividad y los resultados del grupo”.

En cuanto al ahorro de costes, como será el caso de la reducción del tamaño de los servicios centrales, BBVA calcula que alcanzará entre los 160 y los 180 millones de euros a partir del próximo ejercicio 2015.

Para ello, la entidad tendrá que acometer unas inversiones adicionales de entre 270 y 290 millones de euros que impactarán en las cuentas del banco en el cuarto trimestre del ejercicio.

CRÉDITO

En relación con el crédito, el consejero delegado de BBVA insistió en que la entidad mantiene abierto el grifo porque es “vital” para un banco ofrecer crédito a clientes solventes.

“En la medida en que la demanda interna crezca y se confirmen las mejores expectativas económicas para 2015, la demanda de crédito subirá”, aseveró el consejero delegado del banco.

Cano recordó que el banco se comprometió a ofrecer a familias y empresas líneas de crédito por valor de 100.000 millones de euros y, al cierre del tercer trimestre, se han dispuesto ya más de 60.000 millones de nuevo crédito, tras incorporar a más de 37.000 empresas, fundamentalmente pymes. “En el tema del crédito, vamos a encontrar con cierta rapidez una buena evolución”, destacó el número dos de la entidad financiera.

Por otra parte, con respecto a la política de dividendos del banco, el directivo de la entidad dijo que es el Consejo de Administración del banco quien debe adoptar una decisión, si bien aseguró que el objetivo es volver paulatinamente al pago en metálico.

En este sentido, Cano detalló que la intención de la entidad, tras los “buenos” resultados de los ‘stress test’, es que vuelva el dividendo en efectivo en dos o tres años. A ello se suma que el Banco de España anunció recientemente que revisará sus recomendaciones sobre la limitación en el reparto de dividendos.