Así lo manifestó en rueda de prensa el presidente de este organismo, Máximo González Jurado, en la que se presentaron las conclusiones de la Cumbre mundial de ‘Enfermería ante el ébola’, celebrada esta semana en Madrid, y que ha contado con la presencia de más de 50 enfermeros que han atendido a pacientes con ébola en África, España y Estados Unidos. Además, ha contado con la participación de los órganos regulatorios de la enfermería a nivel internacional.

González Jurado advirtió de que “pasará tiempo” hasta que los profesionales sanitarios dejen de sufrir la estigmatización por parte de su entorno, “que en algunos casos procede por parte de sus propios padres”.

En cuanto a la polémica generada por el sindicato médico Amyts que ha dicho que Teresa Romero no informó a su doctora de atención primaria de que había atendido al segundo religioso español repatriado a España, Manuel García Viejo, el presidente del Consejo acusó a quienes realizan estas afirmaciones de “falta de rigor”, puesto que a su juicio, es algo que sólo se podrá saber cuando actúe un juez.

Además, insistió en que es una postura que vulnera el derecho a la intimidad y al honor de la auxiliar de enfermería, y lamentó que haya asegurado a la prensa que Teresa no debe decir ahora que no se tocó la cara porque estaba grabada la escena.

“Una médico que hace eso debe dejar la profesión , porque ha vulnerado el derecho del paciente a su privacidad”, añadió González Jurádo, que aclaró que diría exactamente lo mismo si esta conducta la hubiera tenido un profesional del ámbito de la enfermería.