El eurodiputado de CiU advierte que negar la oficialidad del catalán alienta a los separatistas

- Afirma que se siente tratado como un “europeo de segunda” porque el catalán “está prohibido en el Parlamento Europeo”

MADRID
SERVIMEDIA

El eurodiputado de CiU Ramón Tremosa ha advertido, en declaraciones a Servimedia, que negar la oficialidad del catalán “da incentivos racionales a aquellos que quieren separarse” y aseguró que él se siente tratado como un “europeo de segunda” porque su lengua, el catalán, “está prohibida en el Parlamento Europeo”.

El presidente del Parlamento Europeo, el polaco Jerzy Buzek, rechazó esta semana el uso de las lenguas cooficiales españolas en la Cámara de Estrasburgo, alegando que en esta institución sólo se emplean las lenguas oficiales de los Estados miembros. Añadió que, aunque en “en España existen otras lenguas cooficiales, al no ser habladas por todos, no son utilizadas de forma oficial en ninguna de sus dos Cámaras”.

Tremosa, que integra el grupo Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa, señaló que, a su juicio, “todas las lenguas son iguales”. Calificó de “curioso” que, el presidente del Gobierno y de la Unión Europea, José Luis Rodríguez Zapatero, “haya insistido tanto en la igualdad de género y que no diga nada de la presencia del catalán en condiciones de igualdad, del vasco y del gallego con otras lenguas europeas”.

Reconoció que son los Estados miembros de la Unión Europea los que proponen qué lenguas son oficiales pero agregó que Europa es “ejemplo y modelo de buenas prácticas, de un exquisito respeto a la diversidad lingüística y España no lo es”.

A su juicio, antes de reclamar el uso de las lenguas cooficiales españolas en el Parlamento Europeo, España debería dar ejemplo permitiendo el uso de las mismas en el Congreso y en el Senado.

Recientemente, el pasado 12 de enero, un total de 34 senadores nacionalistas y del PSC presentaron una iniciativa de reforma legislativa del Reglamento del Senado, con la que pretenden incorporar el uso de todas las lenguas cooficiales del Estado al funcionamiento ordinario de la Cámara Alta a partir de septiembre.

“Muchos diputados europeos se quedan atónitos cuando se les explica que en Madrid no se puede hablar catalán, vasco o gallego. Se quedan atónitos, porque la norma en sitios como Bélgica, Finlandia, Suiza, en Suecia y en muchos países europeos donde hay minorías lingüísticas se puede utilizar la lengua propia materna en condiciones de igualdad”, dijo.

EJEMPLO IDÍLICO

Tremosa explicó que cuando Finlandia entró en la Unión Europea, lo hizo con dos lenguas, el finlandés y el sueco, que sólo lo habla el 5% de la población. “Éste es un ejemplo idílico de respeto absoluto a las lenguas”, afirmó Tremosa, quien añadió que, hace poco, Irlanda elevó el gaélico a lengua oficial y comunicó a Bruselas que tenía dos lenguas oficiales, el inglés y el gaélico, “que lo hablan escasamente 30 ó 40.000 personas”.

“Yo me pregunto por qué España no podría ser exquisita también, por qué no podría ser europea en este respeto a la diversidad que la Constitución dice proteger. ¿Son lenguas vergonzosas que hay que esconder, que hay que guardar debajo de la alfombra?”, preguntó Tremosa, para quien “esto da incentivos racionales a aquellos que

quieren separarse”.

Además, apuntó que la mitad de los traductores al castellano en Bruselas y Estrasburgo son catalanes, con lo que el coste logístico sería bajo. “¿Qué le costaría a la España democrática dar un paso en ese sentido?”, espetó.

Tremosa recordó que “el catalán está como está” porque la dictadura franquista impuso una “prohibición total y absoluta” para hablarlo. “¿Qué le costaría a España reparar este hecho? Esto haría que muchos catalanes se sintieran más españoles”, añadió este eurodiputado, para quien los catalanes aspiran a que “algún día el catalán sea una lengua española también”.

Para este eurodiputado, que encabezó la lista de la Coalición por Europa, integrada por Convergencia i Unió (CiU), Partido Nacionalista Vasco (PNV), Coalición Canaria (CC), Bloc Nacionalista Valencià, Partido Andalucista (PA), Unió Mallorquina (UM) y Unió Menorquina (UME), “dar igualdad a las lenguas no restará al castellano nada”.

Además, denunció que España incumple la Carta Europea de las Lenguas Regionales y Minoritarias, aprobada el 2 de octubre de 1992.

Dicho texto establece, entre otras cosas, “la necesidad de una acción resuelta de promoción de las lenguas regionales o minoritarias, a fin de salvaguardarlas”, así como “el estímulo del uso oral y escrito de las lenguas regionales o minoritarias en la vida pública y en la vida privada”.

(SERVIMEDIA)
24 Ene 2010
VBR/jal