Según informó este viernes la Jefatura Superior de Policía de Madrid, las investigaciones se iniciaron a raíz de unas informaciones recibidas sobre la presunta contratación de inmigrantes en situación irregular por parte de los propietarios de un local de masajes, un ciudadano español y su mujer, de origen chino.

Los agentes comprobaron la existencia de un continuo trasiego de mujeres que entraban y salían de este local, y verificaron que las actividades en el establecimiento se iniciaban desde primeras horas de la mañana hasta altas horas de la noche.

Cuando se cercioraron de que varios ciudadanos en situación irregular trabajaban en el local, los agentes realizaron una inspección con la colaboración de la Inspección de Trabajo de la Comunidad de Madrid, que dio como resultado la detención de cuatro empleadas por infracción a la Ley de Extranjería, y del matrimonio que gestionaba el establecimiento como presuntos autores de un delito contra los derechos de los trabajadores.

Los agentes comprobaron que el destino real al que estaba dirigido el local era el ejercicio de la prostitución de forma habitual. De hecho, el establecimiento disponía de varias habitaciones con camas y en las mesillas de noche de cada uno de los reservados se guardaban numerosos preservativos.

El matrimonio propietario del local de masajes fue detenido en 2007 y en 2009 por hechos similares, ya que habían regentado otro establecimiento en el centro de la capital donde ciudadanas chinas ejercían la prostitución.