Así lo ha indicado a Servimedia Mirian González, psicóloga experta en situaciones de emergencias, quien ha matizado que el apoyo ha de ser eso, "apoyo y no agobio", porque muchas veces la familia y los amigos no saben ayudar, aunque actúen con su mejor intención.

González ha explicado que Teresa se enfrenta a una situación difícil, "porque su vida no va a tener nada que ver con la de antes", al haber superado una grave enfermedad y, sobre todo, al haber perdido su intimidad.

Y es que, incide la especialista, Teresa Romero entró en el Hospital Carlos III de Madrid siendo una ciudadana anónima y saldrá de él como una persona pública, en el sentido de que su vida se ha aireado dentro y fuera de España, porque su enfermedad ha sido mediática.

Esto significa, prosigue, que tendrá que someterse al juicio de todos y que habrá quien la considere una heroína y, por el contrario, quien se aparte de ella por miedo al contagio, pese a que saldrá curada del hospital.

Romero encontrará, siempre según esta experta, "conductas extrañas hasta en su propio entorno" y tendrá que aprender a encajarlas y a entender que esas conductas son solo fruto del miedo al contagio.

Otro cambio con el que deberá convivir cuando salga del Carlos III es el de la vida sin 'Excalibur', su perro de compañía, sacrificado como medida de prevención cuando ella estaba grave. Porque, recuerda Mirian González, las personas que tienen mascotas las integran como un elemento importante en su vida familiar, lo que significa que su pérdida es, igualmente, importante para ellas.

NECESITARÁ TIEMPO

Todo esto hará que Teresa Romero se replantee muchas cosas y muchos valores de su vida y que necesite tiempo y el respeto de los demás para volver a la normalidad.

En esa vuelta a la normalidad será muy importante el apoyo de sus familiares y amigos, que deberán ofrecerle ayuda, pero sin agobiarla y preguntándole siempre qué necesita.

Muchas veces, asegura esta psicóloga, los demás actúan como les gustaría que actuaran con ellos si estuvieran en el sitio del otro, sin pararse a pensar que sus gustos y necesidades no tienen por qué coincidir.

Por eso, la profesional recomienda a los más allegados de Teresa Romero que le pregunten qué necesita y que respeten sus tiempos y su deseo de soledad, si es que lo tiene.

Esa será la mejor forma de ayudarla, asegura esta experta, que reconoce que normalizar su vida llevará tiempo, porque aunque se ha deshecho del virus del ébola, tiene aún que superar sus consecuencias físicas y, por supuesto, psicológicas.

Hasta aquí, indica esta psicóloga experta en emergencias, sería la situación que le esperaría a cualquier paciente que hubiera pasado por el ébola o por cualquier otra enfermedad grave. El añadido de Teresa está en que esta enfermedad le ha robado el anonimato y la ha convertido en una persona mediática.