El hombre, que llegó a la terminal 1 del aeródromo en un vuelo procedente de Turquía el pasado sábado por la tarde, sufría temblores y se desplomó en el suelo poco tiempo después de pasar la aduana, lo que hizo pensar a los sanitarios del aeropuerto que podía tener el virus del ébola, por lo que se activó la alerta. Sin embargo, el pasajero se encontraba en ese estado por la rotura de varias bolas de cocaína en su estómago.

Al activar la alerta por ébola, el enfermo debía recibir la atención de personal preparado para afrontar enfermedades infecto-contagiosas, que en ese momento no se encontraba en el aeropuerto por ser sábado y que llegó 50 minutos después.

El personal preparado para hacer frente a este tipo de casos en Barajas depende de Sanidad Exterior, que, a su vez, es un servicio del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e igualdad.

Por este motivo, Defensa de la Sanidad Pública pide responsabilidades al departamento de Ana Mato y tacha de "barbaridad y desastre" lo sucedido. Sánchez Bayle considera que la atención especializada en enfermedades infecto-contagiosas tendría que prestarse siempre en aeropuertos internacionales como es el de Madrid, con especialistas presentes a todas horas en el mismo aeródromo.