El chaleco y el casco minimizaron las heridas del militar herido en República Centroafricana
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El militar español que resultó herido la semana pasada durante una patrulla en la capital de República Centroafricana se salvó de consecuencias mayores gracias al chaleco y al casco que llevaba, donde se quedaron restos de explosivos.
El capitán español L.C.L. resultó herido con pronóstico menos grave el pasado 17 de octubre como consecuencia de un ataque con lanzagranadas a su patrulla. Después de permanecer ingresado en el hospital varios días, el militar ya está en España desde el sábado pasado, según informaron fuentes militares.
El capitán se encontraba al mando de una patrulla de la Fuerza de Operaciones Especiales que se estaba realizando en Bangui, capital de la República Centroafricana, cuando se encontraron con personal local armado en actitud hostil.
En el lugar se encontraban, además de la patrulla española, 5 vehículos, 3 franceses y 2 de la misión ONU Minusca, según informó en su día el Ministerio de Defensa. Cuando el capitán jefe de la patrulla española ordenó al personal civil que se desarmase se desencadenó un intercambio de fuego con el lanzamiento de varias granadas por parte de los locales.
La patrulla española y las demás vehículos abrieron fuego al verse comprometida su seguridad por el ataque de los locales, siempre cumpliendo las reglas de enfrentamiento aprobadas para la misión.
Como consecuencia de la explosión de una granada de RPG-7, resultó herido el capitán L.C.L, que fue inmediatamente trasladado al hospital ROLE 2 de M’Poko donde el personal médico le atendió de las heridas producidas en el enfrentamiento.
Tras la explosión, restos de metralla de la granada se quedaron en el casco y el chaleco del capitán incrustados y evitaron que se dañara órganos vitales. No obstante, el militar español natural de Asturias tiene heridas en el brazo y la espalda.
(SERVIMEDIA)
22 Oct 2014
MML/gja