Muchas estaciones ofrecerán todas sus pistas, con espesores en casi todas ellas por encima del metro. En Huesca, Formigal cuenta con 130 kilómetros practicables, Cerler con 58, Candanchú con 40, Astún con 37 y Panticosa con 35.

En el Pirineo catalán, Baqueira-Beret (Lleida) ofrece 110 kilómetros de pistas, Masella (Girona) 58, La Molina (Girona) 50, Boí Taüll (Lleida) 41, Port Ainé (lleida) 29 y Spot (Lleida) 22.

En la cordillera cantábrica San Isidro (León) ofrece 26 kilómetros, Alto Campoo (Cantabria) 22 y Valgrande-Pajares (Asturias) 16.

Además, Sierra Nevada (Granada) cuenta con 96 kilómetros con un espesor máximo de tres metros, Sierra de Béjar (Salamanca) con 16, Valdesquí con 15 y Valdezcaray (La Rioja) con 12.

También están abiertas, aunque con menos de 10 kilómetros de pistas esquiables, Javalambre y Valdelinares (Teruel), Leitariegos (León), Fuentes de Invierno (Asturias), Nuria (Girona), Tavascán (Lleida), La Pinilla (Segovia) y Navacerrada (Madrid).

Entre las estaciones de esquí de fondo, Lles (Lleida) ofrece 36 kilómetros, Candanchú-Le Somport (Huesca) 35, Llanos del Hospital (Huesca)16, Larra-Belagua (Navarra) 15 y Puerto La Ragua (Granada) 3.