Según explicó el secretario de Protección Social y Políticas Públicas de CCOO, Carlos Bravo, en declaraciones a Servimedia, cuando en 2013 el Gobierno “impuso” el factor de sostenibilidad y el nuevo índice de revalorización de las pensiones, el sindicato ya advirtió de que antes o después “habría que financiar el sistema con impuestos, y la crisis lo está adelantando”.

“Una financiación mixta es inevitable para asumir el exceso de jubilación de la generación del ‘baby boom”, dijo Bravo, quien añadió que “complementar las cotizaciones va a ser algo fundamental”.

Por esta razón, insistió en la necesidad de “abordar este debate sobre los ingresos del sistema” cuanto antes, para que las medidas que se adopten se puedan introducir “de forma progresiva”.

El sindicato propone que en un futuro el dinero aportado por el Estado vía impuestos se destine al pago de las pensiones derivadas de fallecimiento (orfandad, viudedad y en favor de familiares) ya que son en las que la persona beneficiaria es distinta de la que hizo la cotización.

Según Bravo, en el año 2040, que es el momento que se prevé más crítico, será necesario incrementar los ingresos del sistema en 3,5 puntos del PIB. Estas pensiones de orfandad, viudedad y en favor de familiares suponen en la actualidad el 20% del gasto en pensiones, lo que representaría 2 puntos del PIB, es decir, más de la mitad del incremento necesario.

Los 1,5 puntos restantes los debería aportar el mercado de trabajo, mediante el incremento previsto de cotizantes durante los próximos 25 años.

Los dos puntos adicionales del PIB que aportaría el Estado deberían salir, según Bravo, de impuestos que deben ser progresivos, aunque agregó que esta medida se debería negociar dentro de una revisión conjunta del modelo fiscal.