Aznar equipara nacionalismo y populismo como “dos recetas igualmente destructivas”
- Ante el desafío independentista de Artur Mas y el auge electoral de Podemos
- Llama a los grandes partidos a trabajar desde “un compromiso amplio” para que “no triunfen los delirios extremistas”
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El expresidente del Gobierno y presidente de la Fundación FAES, José María Aznar, advirtió este jueves de que el nacionalismo y el populismo “dos recetas igualmente destructivas” e hizo un llamamiento a los grandes partidos a trabajar desde “un compromiso amplio” para que “no triunfen los delirios extremistas”.
Aznar realizó estas declaraciones en la entrega del V Premio FAES de la Libertad al ensayista e historiador mexicano Enrique Krauze en un contexto político en el que el bipartidismo de PP y PSOE, según las encuestas preelectorales, podría verse amenazado ante la irrupción de Podemos en los comicios europeos.
“Creo sinceramente que tenemos que trabajar desde un compromiso lo más amplio y activo posible para que no triunfen los que creen que la historia puede deparar una segunda oportunidad a sus delirios extremistas, felizmente sepultados bajo el Muro de Berlín”, afirmó.
El expresidente del Gobierno defendió que “existe una clara voluntad política mayoritaria” que, dijo, “debe tener en el día a día de nuestro país el peso que ha acreditado en sucesivos procesos electorales”.
“El Estado debe transmitir la fuerza y el sentido de la voluntad mayoritaria en la política diaria, a los asuntos cotidianos”, aseguró Aznar cuando cada vez son más voces que ante esta fragmentación electoral apuntan a una posible gran coalición entre PP y PSOE o a la necesidad de acuerdos de calado.
“No me refiero a mayorías silenciosas u ocultas, sino a mayorías que han hablado con toda claridad”, afirmó para insistir en que la “sociedad española debe resistirse a esa especie de hechizo político” que, en ocasiones, afirmó “paralizara la voluntad general y la sustituye por voluntades minoritarias”.
El presidente de la Fundación FAES, en presencia de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, avisó de que “nuestra historia no puede deslizarse hacia donde no queremos la inmensa mayoría y hacia donde quieren unos cuantos”.
A lo largo de su discurso, en el que una parte muy importante estuvo referido a Cataluña, comparó “nacionalismo y populismo” como “dos recetas hoy tan falsas como lo fueron en el pasado e igualmente destructivas”.
“LA AMENAZA DE LA CORRUPCIÓN”
Además, en la jornada en la que el expresidente de Bankia y que fuera su vicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato, declara en la Audiencia Nacional por el caso de las tarjetas opacas de Caja Madrid, advirtió de que “la corrupción económica e institucional es una amenaza verdaderamente existencial para la democracia” y de que “la corrupción política no lo es menos”.
Sin embargo, insistió en denunciar a quienes “malversan las inquietudes de los ciudadanos, la indignación y el desafecto para conseguir réditos partidistas a costa de la frustración”.
“Es preciso renovar la confianza en la política, no para hacer concesiones al populismo, sino para fortalecer la democracia; no para extender la sombra de la sospecha, sino para despejarla”, requirió.
“NO ENMIENDA A LA TOTALIDAD”
Aznar reconoció que “no será fácil” recuperar a muchos ciudadanos “instalados” en la desafección, pero rechazó que nuestro proyecto de convivencia democrática merezca o necesite “enmiendas a la totalidad que nunca han traído los efectos regeneradores que se les suponía”.
El presidente de honor del PP, que admitió en su discurso que “hemos cometido errores”, defendió que “el rendimiento de nuestra instituciones puede y debe mejorar sustancialmente”.
Con todo, rechazó que “la respuesta pase por dejarnos llevar por la melancolía ni por un derrotismo siempre acechante” porque, afirmó, “la democracia de 1978 sólo ha decepcionado a los que nunca quisieron su éxito, a los nostálgicos del privilegio o de la vanguardia revolucionaria”.
A este respecto, Enrique Krauze reconoció su "deber de amigo" advertir de "los riesgos del populismo" que ve crecer en España, dijo, sobre todo, entre la gente joven. "Ya vimos en la Argentina peronista esa película, ya vimos su más sombría versión en la Cuba de Fidel Castro", avisó para insistir en que "la seguimos viendo en tiempo real en la Venezuela destruida por el chavismo".
(SERVIMEDIA)
16 Oct 2014
IRG/pai