En declaraciones a Servimedia, el regidor de este municipio catalán, pionero en el desarrollo de una consulta soberanista popular, se refirió así al anuncio hecho por Mas de poner urnas y papeletas en la calle el 9-N, amparándose, según defiende, en su competencia para convocar procesos de participación ciudadana recogida en el Estatuto catalán.

“Mas conoce esta experiencia de primera línea”, explicó Rabasseda, al tiempo que confirmó que después de que el presidente del Gobierno de Cataluña aprobase la Ley de Consultas se reunieron y estuvieron comentando el libro que “cuenta la historia” de la consulta popular de Arenys de Munt.

Esta publicación, titulada '13-S consulta: Arenys de Munt empieza a decidir', cuenta cómo transcurrió la “primera consulta por la independencia” de Cataluña e ilustra cómo “la determinación de la sociedad civil fue clave” para este proceso. Con un 96% de votos favorables a la independencia, el sí masivo se impuso en esta votación, aunque únicamente participó el 33% de la población.

Según el primer edil de este municipio, el proceso participativo que plantea Mas “no deja de ser otra demostración de la voluntad de los catalanes”, una “manifestación más”, aunque reconoció que “aquí no vamos a decidir nuestro futuro”.

LA TECNOLOGÍA “NO ES UN PROBLEMA”

Al igual que en el caso de Arenys de Munt, la nueva consulta ideada por Mas no tendrá consecuencias para la independencia de esta autonomía. En este sentido, Rabasseda reconoció que los catalanes van a decidir “próximamente” sobre la independencia, “pero no el 9-N”.

En la votación del 13 de septiembre de 2009, los ciudadanos sólo tenían que presentar el Documento Nacional de Identidad (DNI) para poder identificarse y garantizar así un mecanismo de “un voto, una persona”. “Tecnológicamente no es ningún problema”, subrayó este alcalde.

A este respecto, agregó que están “a la espera de conocer los detalles de cómo el Gobierno va a plantear esta consulta”, pero aseguró que van a hacer “todo lo posible” para que haya participación y se avance en el proyecto nacionalista.

Por último, reconoció que hay “similitudes”, pero también “diferencias” entre el plan de Mas y lo que se hizo en este pueblo. La semejanza es que lo que plantea la Generalitat ahora también es un “proceso participativo”, pero se distingue de la consulta de Arenys de Munt en la responsabilidad que acarrea que sea un Gobierno autonómico, en vez de una entidad municipal, el que lo organice y desarrolle.