Catalá se refirió a este asunto en la Comisión de Justicia de la Cámara Baja, donde esta tarde comparece para explicar sus líneas de actuación en el Ministerio tras sustituir en el cargo a Alberto Ruiz-Gallardón.

Durante esta comparecencia, el ministro explicó que el derecho de gracia “es una figura que se ha usado con mayor o menor intensidad a lo largo del tiempo”, de forma que en 2007 se concedieron 521 indultos, más de uno de cada diez que le eran solicitados. Añadió que, por el contrario, en lo que llevamos de 2014 solo se han concedido 65, poco más de una cada cien solicitudes.

No obstante, Catalá dijo que “a la hora de abordar” la “revisión” de la normativa sobre indultos, “no podemos obviar sus orígenes históricos, pero tampoco su ejercicio en democracia, que exige sea aplicado con la máxima cautela, especialmente respecto aquellos delitos que despiertan una mayor alarma social”.

Apuntó que, desde esta premisa, la revisión del derecho de gracia fue uno de los compromisos concretos anunciados por el presidente Mariano Rajoy al comenzar el presente curso político. Destacó que “es uno de los puntos incluidos en el plan de regeneración democrática que el Gobierno está negociando con todos los grupos parlamentarios, a través de la mesa de trabajo constituida para tal fin”.

El titular de Justicia explicó que “la reforma estaría enfocada a la introducción de un mayor control sobre los indultos”, aseguró que “se trataría de aportar una mayor transparencia en su concesión de forma que, sin alterar su propia concepción como medida de gracia que atiende a la circunstancias de la persona y no al tipo de delito, se pueda ampliar la rendición de cuentas -incluso al propio ámbito parlamentario- y, con ello, el control sobre las decisiones de indulto”.