El Consistorio une a esta campaña el envío gratuito de bolsas y la colocación de dispensadores de las mismas para la recogida de las heces caninas, y la construcción de un parque canino, el primero en el municipio.

La campaña tiene como objetivo generar cambios en los hábitos de los ciudadanos y dar así respuesta a las quejas de los ciudadanos en general y de los dueños de animales que sí se hacen cargo de los restos de sus mascotas.

La Policía Municipal contará con el apoyo de los servicios de vigilantes para detectar a aquellas personas que no recojan los excrementos de sus perros. La documentación aportada y el testimonio de estos vigilantes se podrán presentar como pruebas de la infracción.

Una vez identificado el posible infractor, el vigilante lo comunicará a la patrulla policial más cercana, que se personará en el lugar de los hechos y podrá levantar la sanción pertinente. La Ordenanza de Medio Ambiente municipal contempla sanciones por no recoger los excrementos caninos.

Para dar a conocer la campaña, durante los próximos 15 días un grupo de actores caracterizados recorrerán el municipio y entregarán folletos explicativos.

Un estudio de impacto medioambiental en el municipio llevado a cabo por el Ayuntamiento a principios de septiembre determinó que hay 7,8 restos de excrementos de perros cada 100 metros.