En rueda de prensa, el presidente de esta organización, Salvador García Torrico, afirmó que "en el momento más crítico de la economía española no se puede producir esta desvertebración" y "es un error" dejar fuera del diálogo social a las microempresas y a los autónomos, que tienen "intereses muy diferentes" de los de los empresarios que se sientan con el Gobierno y los sindicatos.

De hecho, García Torrico apuntó que las grandes empresas suponen sólo un 0,36% del total de sociedades que operan en España y suelen ser quienes contratan a los colectivos representados en Conae (organización que agrupa a cerca del 10% de los autónomos).

Esta confederación criticó, asimismo, la atomización que existe entre las organizaciones de autónomos y el hecho de que el Gobierno no cuente con todas ellas en la Mesa del Autónomo.

"Pedimos una mesa en la que sentarnos para tratar los asuntos" que incumben a los autónomos y microempresas y "que se legisle", dijo el presidente de Conae. En concreto, citó la necesidad de pactar fórmulas de pago con grandes empresas (que cada vez más a menudo tardan más de 30 días en pagar) y tipos de contrato "ad hoc" para estos colectivos, que potencie la contratación en este sector, que podría generar "cerca de un millón de puestos de trabajo".

En dicha mesa "no estaría nadie excluido", y "cabrían" sindicatos, Gobierno, patronales, grupos políticos, comunidades autónomas, etcétera.

PERFIL DEL AUTÓNOMO

Conae presentó hoy un estudio que analiza el "Perfil del colectivo del autónomo en España y su impacto en la economía". La investigación se llevó a cabo a partir de 420 encuestas en todo el territorio nacional y contó con la colaboración del Ministerio de Trabajo e Inmigración.

Revela que el 60% de los autónomos no conoce las medidas que el Gobierno ha adoptado para salir de la crisis, y del 40% que sí las conoce, un 82,2% no cree que vayan a ayudarle en el desarrollo de su actividad. De este modo, sólo un 7% del total de los autónomos confía en que estas iniciativas vayan a servirle para superar la coyuntura actual.

El informe también refleja que el 88,6% de los autónomos se ha visto afectado por la crisis en 2009, especialmente en los sectores de la construcción y del comercio. De hecho, en el ejercicio pasado se produjeron 200.000 bajas de autónomos, según cifras de Conae.

La dificultad de acceso al crédito y el aumento de la morosidad (cuyo incremento ha notado el 45% de los encuestados) figuran entre los principales problemas sobrevenidos como consecuencia de la situación económica.

Además, el 71,3% de los trabajadores por cuenta propia entiende que su actividad se encuentra "amenazada" por el tratamiento fiscal que recibe y los problemas de financiación.

El perfil mayoritario del autónomo en España es el de hombre; de entre 40 y 54 años; con una antigüedad de cinco o más años; desarrollando su actividad en el sector servicios y sin compatibilizarla con ninguna otra; sin asalariados a su cargo; y con una cifra de negocio de menos de 25.000 euros/año.

En cuanto al uso que hacen los autónomos españoles de las tecnologías de la información y la comunicación, cerca del 96% cuenta con telefonía fija, pero el porcentaje desciende al 79% para la móvil, y al 12,5% para la tecnología móvil de tercera generación. El 64,5% dispone de ordenador personal y sólo el 52% cuenta con conexión a Internet.

En cuanto a la formación, el 76% se define como "autodidacta" y más del 60% no ha recibido ningún curso para la realización de su actividad.

En el 44,3% de los casos, el autónomo desarrolla la misma actividad que realizó alguno de sus familiares, es decir, sigue la "tradición familiar".

Uno de cada cuatro de estos trabajadores pertenece a alguna asociación, mientras que sólo el 3,2% está afiliado a algún sindicato.

Finalmente, la media de horas de su jornada laboral es de diez horas; solamente el 32,7% afirma hacer jornadas de ocho horas o menos.