EL 42 POR CIENTO DE LAS MUJERES EN ESPAÑA TRABAJAN EN LA ECONOMIA SUMERGIDA, SEGUN CCOO

- Luchar ontra la precarización y malas condicones de trabajo en el mercado regular de trabajo, imprescindible para frenar el crecimiento de la economía sumergida, poniendo espeial atención a lso cieres de empresa, descentralización productiva, reestructuraciones y despidos "voluntarios" en los que generalmente seejercen presiones para ue sean las mujeres las principales afectadas.

- Por la gran cantidad de mujeres que están en las distintas modalidades de la economía sumegida, es preciso hacer un esfuerzo por la organización y defensa de suis intereses, en línea de conseguir la emersión de la economía irregular y mejorar las condciones laborles de estas trabajadoras.

-Favorecer la puesta n marcha de planes específicos de empleo y formación, de orientación y recualificación para mujeres.

- Incremento de las medidas de protección social, que incluyan programas de ayuda a familias monoparentales, ampliando la cobertura del salario mínimo de integración.

MADRID
SERVIMEDIA

En España, y a pesar de que en los últimos años la incorporación laboral femenino ha ido en progresivo aumento el 42 por ciento de las mujeres que trabajan en estos momentos lo hacen en la economía sumergida, según denunció hoy en Madrid la Secretaria Confederal de la Mujer de CCOO, María Jesús Vilches, en la presentación del informe sobre "Mujer, Discriminación y Pobreza", ante la celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, el próximo día 8 de marzo.

"El incremento de la tasa de actividad femenina", explicó Vilches, "ha sido constante en los últimos años, pero a pesar de ello sigue siendo la ms baja de Europa y lo que es peor, de una gran precariedad".

Según la Encuensta de Población Activa, la tasa de actividad femenina (TAF), es de un 34,4 por ciento frente a un 64,4 por ciento de tasa de actividad masculina (TAM).

Con respecto a los datos de temporalidad, según el mismo informe, la tasa de hombres con contratos temporales en 1987 era del 14,4 por ciento y en 1992 del 30,7 por ciento, mientras que en las mujeres, en 1987, la tasa era del 18,4 por ciento y en 1992 del 34,1 por ciento

"En lo que se refiere a salarios", matizó la sindicalista, "la discriminación salarial por sexo es de 20 puntos de diferencia entre hombres y mujeres a favor de la población masculina, pero si considermos ambas características, temporalidad y sexo, obtenemos que las mujeres eventuales ganan un 53,5 por ciento menos que los hombres fijos, como media de todas las categorías profesionales".

También cabe señalar que el trabajo realizado por las mujeres está claramente segregado, encontrándose fundamntalmente la población activa femenina en textil, confección, servicios personales y domésticos, hosterleria, comercio, sanidad, educación y agricultura.

"Ante esta situación, y teniendo en cuenta la especial vulnerabilidad de las mujeres ante la pobresz, es imprescindible realizar una política económica y social que mejore los servicios sociales y a que favorezca la integración de las mujeres en el mercado de trabajar", matizó María Jesús Vilches.

Asimismo, la sindicalista señaló que "dada la crciente precarización económica de un amplio sector de la población española, los sindicatos deberían abordar la cuestión organizativa de colectivos marginales -con especial atención al colectivo mujer- e incluir acciones dentro de su estrategia sindical global".

En esta línea iría la realización de las siguientes medidas:

- Luchar ontra la precarización y malas condicones de trabajo en el mercado regular de trabajo, imprescindible para frenar el crecimiento de la economía sumergida, poniendo espeial atención a lso cieres de empresa, descentralización productiva, reestructuraciones y despidos "voluntarios" en los que generalmente seejercen presiones para ue sean las mujeres las principales afectadas.

- Por la gran cantidad de mujeres que están en las distintas modalidades de la economía sumegida, es preciso hacer un esfuerzo por la organización y defensa de suis intereses, en línea de conseguir la emersión de la economía irregular y mejorar las condciones laborles de estas trabajadoras.

-Favorecer la puesta n marcha de planes específicos de empleo y formación, de orientación y recualificación para mujeres.

- Incremento de las medidas de protección social, que incluyan programas de ayuda a familias monoparentales, ampliando la cobertura del salario mínimo de integración.

María Jesús Vilches criticó los últimos acuerdos adoptados por el Consejo de Ministros, en cuanto a que las medidas propuestas son insuficientes, denunciar la legalización de las empresas de trabajo temporal por sr una vía de precarización, prestamismo laboral, desrregulación del mercado de trabajo y por tanto son la vía para todo tipo de discriminaciones.

(SERVIMEDIA)
06 Mar 1993
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