UN 42 POR CIENTO DE LOS CATOLICOS SON PARTIDARIOS DE LA EUTANASIA ACTIVA, SEGUN UNA ENCUESTA DEL CIS
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Un 42 por ciento de los católicos que asisten todos los domingos a misa son partidarios de la eutanasia activa: es decir, que una persona enferma pueda solicitar que pongan fin a su vida sin que le cause dolr físico, según una encuesta realizada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
Esta encuesta, realizada durante 1989 entre 2.500 personas de toda España, indica también que el porcentaje de católicos que aceptan que los médicos administren drogas para calmar el dolor de un enfermo incurable, aun cuando ese tratamiento le acortara la vida, aumenta hasta un 67 por ciento.
Además, entre un 52 y un 55 por ciento de personas que dicen tener una práctica religiosa elevada no comparten el cstigar a un médico porque haya practicado la eutanasia.
Estos datos contrastan con la opinión manifestada por la jerarquía eclesiástica española, la cual, a través de la Comisión para la Defensa de la Vida, que preside el arzobispo de Barcelona, Narcís Jubany, prepara un documento contrario a la despenalización de la eutanasia.
Este documento, que identifica eutanasia con asesinato, aunque es contrario a que los médicos alarguen artificialmente la vida, se opone a que los enfermos puedan recurriral "testamento vital", por el cual decidirían sobre la aplicación de la eutanasia activa cuando su situación médica fuera irreversible.
Además de la religiosidad, existen otros dos elementos, según el sondeo del CIS, que influyen a la hora de manifestarse en favor de la eutanasia: a mayor formación educativa, los defensores crecen, al igual que son más numerosos los que se consideran de ideología de izquierdas.
PARTIDARIOS DE LA EUTANASIA
El sondeo del CIS llega a la conclusión de que, en generl, un 53 por ciento de la población española comparte que un enfermo incurable tiene derecho a que los médicos le proporcionen algún producto para poner fin a su vida sin dolor.
Cuando la pregunta se plantea de forma que sea el médico y no el enfermo el sujeto activo, se aprecia, según los autores de la encuesta, un mayor apoyo a la eutanasia, puesto que un 60 por ciento está de acuerdo en que un médico tenga la posibilidad de acabar, sin dolor, con la vida de un enfermo incurable si este se lo pide. El mayor nivel de apoyo aparece cuando los entrevistados responden sobre la posibilidad de que los médicos administren drogas para calmar el dolor de un enfermo, a pesar de que este tratamiento acorte su vida, ya que un 67 por ciento de los encuestados está de acuerdo.
Respecto a castigar al médico que ha incurrido en un acto de eutanasia, sólo un 16 por ciento de los españoles considera que debe hacerse.
De esta forma, la mayoría de la sociedad española tampoco comparte los establecido en elartículo 28 del nuevo Código Deontológico de la Organización Médica Colegial, que califica a la eutanasia de "homicidio por compasión".
Este código prohíbe la eutanasia a sus colegiados y dice que un médico "nunca provocará intencionadamente la muerte de un paciente ni por propia decisión ni cuando el enfermo o sus allegados lo soliciten ni por alguna otra exigencia".
El texto añade que "en caso de enfermedad incurable y terminal, el médico debe limitarse a aliviar los dolores físicos y morales dl paciente, manteniendo en todo lo posible la calidad de una vida que se agota y evitando emprender o continuar acciones terapéuticas sin esperanza".
(SERVIMEDIA)
08 Nov 1991
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