Según los datos difundidos este jueves por la Agrupación de Fabricantes de Cemento en España (Oficemen), la producción de las fábricas descendió un 30,5%, hasta situarse en 29,3 millones de toneladas.

Por su parte, la producción de clínker, producto intermedio necesario para la fabricación de cemento, registró una caída del 21%, con 21,5 millones de toneladas.

La evolución de la demanda en el mercado doméstico, explica Oficemen, ha tenido repercusión en las importaciones. Así, durante el año pasado se compraron 2,81 millones de toneladas a terceros países, lo que significa una disminución del 60,8% frente a 2008.

"A pesar del notable descenso de las importaciones, la cifra es aún muy elevada, ya que teniendo en cuenta la crisis de demanda, casi el 10% del cemento consumido en nuestro país procede de otros mercados, en algunos casos con menos requisitos medioambientales y de calidad", denuncia la organización.

Por su parte, las exportaciones se elevaron el año pasado un 21,8%, hasta los 2,84 millones de toneladas.