Más de la mitad de los afectados por desastres naturales son niños, según Unicef
- Este lunes se celebra el Día Internacional para la Reducción de los Desastres
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Los niños representan entre el 50% y el 60% de la población afectada por desastres naturales en el mundo, según destacó este lunes Unicef Comité Español, con motivo del Día Internacional para la Reducción de los Desastres, que se celebra cada 13 de octubre.
Además, Unicef apuntó que este tipo de emergencias aumenta exponencialmente los niveles de mortalidad infantil no sólo por las víctimas directas que pueda producir la catástrofe, sino sobre todo porque aumentan riesgos como la desnutrición o los problemas en los sistemas de agua y saneamiento, que se ven acentuados en estas situaciones.
Asimismo, indicó que las catástrofes naturales interrumpen el desarrollo educativo de los niños y pueden causarles graves traumas psicológicos, puesto que muchos son separados de sus familias y quedan expuestos a la explotación y el abuso.
Por otro lado, Unicef subrayó que el número de desastres naturales se ha triplicado desde la pasada década de los 70, impulsados por el cambio climático, y que se calcula que el número de niños afectados aumentará en los próximos años hasta llegar a los 175 millones anuales en esta década.
Por este motivo, y coincidiendo con el Día Internacional para la Reducción de los Desastres, Unicef Comité Español recordó que, a través de un trabajo de preparación técnica y material, es posible mitigar el impacto de estos fenómenos en la tasa de mortalidad infantil de los países afectados.
“El alcance y la gravedad de las consecuencias de los desastres naturales están directamente relacionados con la capacidad de las infraestructuras, recursos técnicos y materiales de cada país. Por eso, el impacto de una catástrofe se multiplica en los países en desarrollo, donde se concentran el 90% de las muertes provocadas por este tipo de fenómenos y donde el alcance de la destrucción provoca los daños más graves”, añadió.
CRISIS DEL ÉBOLA
Un ejemplo del trabajo útil para la reducción de riesgos de desastres es la labor que Unicef realiza actualmente para frenar el avance del ébola en África, ya que, según esta agencia de la ONU, las campañas de sensibilización en los países afectados están consiguiendo que la población conozca una información que antes no conocía sobre cómo detectar síntomas de la enfermedad, o las medidas para evitar el contagio.
“De esta forma, se están evitando contagios en la actualidad, pero en el caso de otros brotes en el futuro, los ciudadanos ya tendrán de antemano una información que hasta ahora no tenían y que reduce el riesgo de propagación”, agregó.
Además, Unicef recalcó que la crisis del ébola explica la importancia de tener un sistema de salud fuerte ante este tipo de epidemias. Por ejemplo, Nigeria y Senegal han conseguido frenar de forma efectiva la expansión de la enfermedad, lo que se explica en gran parte porque tienen sistemas de salud más preparados, mientras que los países que están sufriendo una mayor propagación del virus, como Sierra Leona, Guinea o Liberia, tenían un sistema de salud mucho más débil que no ha podido hacer frente a esta situación.
Por último, Unicef comentó que el aumento de los niveles de desnutrición es uno de los grandes retos tras un desastre natural, por lo cual este organismo apoya de forma constante a los países con tasas de desnutrición infantil para extender y fortalecer el acceso a una nutrición de calidad.
(SERVIMEDIA)
13 Oct 2014
MGR/gja