Ébola. Excálibur fue incinerado esta tarde en un crematorio de mascotas de Paracuellos
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El perro Excálibur, de la auxiliar de enfermería afectada de ébola, Teresa Romero, y su marido, Javier Limón, fue incinerado esta tarde en un crematorio de mascotas de Paracuellos del Jarama (Madrid) después de haber sido sacrificado en el domicilio del matrimonio, en Alcorcón.
El crematorio es San Antonio Abad Memorial Center, se encuentra en las afueras de la localidad y muy próximo al Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, según aseguraron a Servimedia fuentes institucionales de Paracuellos del Jarama.
La empresa afirma en su web que es especialista en “proporcionar ayuda en los duros momentos de duelo que suponen la pérdida de una mascota”. “Más allá de la mera incineración, tratamos con especial delicadeza el recuerdo de su querida mascota en el momento de su pérdida”, añade.
“Nuestras instalaciones constan de todo lo necesario para la digna despedida de su mascota en nuestra sala velatorio y facilidad de aparcamiento. Todo ello en un entorno donde existe la posibilidad de paseo mientras se produce la espera, así como cafeterías y restaurantes en las inmediaciones”, señala.
EL PERRO FUE SEDADO PREVIAMENTE
Por otro lado, la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid confirmó en un comunicado que “ha cumplido esta tarde la resolución que indicaba la eutanasia del perro de la paciente diagnosticada de ébola” y que “el animal fue sedado previamente para evitar su sufrimiento”.
Indicó que, posteriormente y siguiendo el protocolo previsto, el cuerpo de Excálibur fue “introducido en un dispositivo precintado de seguridad biológica, trasladado para su incineración en una instalación autorizada para ello”.
“La existencia de este perro mascota que ha estado en la vivienda en contacto con la paciente afectada por el virus del ébola, de acuerdo con los hallazgos científicos disponibles, supone un posible riesgo de transmisión de la enfermedad al hombre”, recalcó”.
Sanidad apuntó que, según la información científica disponible, “existen datos que confirman el hallazgo de perros con anticuerpos positivos” del virus del ébola, lo que indica que “los perros pueden sufrir un proceso de viremia aunque se muestren asintomáticos”.
“En consecuencia, no existe garantía de que los animales infectados no eliminen el virus a través de sus fluidos orgánicos, con el riesgo potencial de contagio”, añadió.
La entrada al domicilio fue autorizada este martes por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº2 de Madrid.
(SERVIMEDIA)
08 Oct 2014
MGR/gja