Este encuentro, que tendrá lugar a partir de las 16.30 horas en la Sala Ernest Lluch, y que estará liderado por el presidente de la Cámara Baja, Jesús Posada, se enmarca dentro de las actividades previstas con motivo de la celebración de la III Semana Internacional de la Niña.

La directora de la organización Plan Internacional, Concha López, explicó a Servimedia que ellas “son quienes sufren en mayor medida la violencia, puesto que se ven sometidas en muchos países a matrimonios forzados, embarazos tempranos que pueden acabar con su propia vida, o son empleadas para la explotación sexual y la propia trata de personas”.

En concreto, en el acto participarán menores de Guatemala, Ecuador, Bangladesh, Níger, Paraguay, Egipto y España, y se presentará el 8º Informe ‘Por ser Niña’, en el que se hace una firme apuesta por incrementar la inversión en las niñas, sobre todo para mejorar su formación, incrementando así las posibilidades de que en el futuro encuentren un empleo y puedan ser independientes.

EDIFICIOS TEÑIDOS DE ROSA

Otra de las actividades previstas para la semana que arranca este lunes es que algunos edificios emblemáticos de España y de todo el mundo se teñirán de rosa el sábado 11, coincidiendo con el Día Internacional de la Niña. Así, a partir de las 20.30 horas, edificios como Las Murallas de Ávila, Las Casas Colgadas de Cuenca o el Palacio de Cibeles de Madrid cambiarán de color para fomentar una mayor concienciación social sobre este problema.

Por otra parte, el jueves 9 de octubre se celebrará un coloquio formado por expertos que abordarán las soluciones que se pueden implementar desde los gobiernos de todo el mundo para luchar contra la violencia infantil, y sobre todo contra las niñas, y en el que participará algún representante del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación.

A juicio de la directora de Plan Internacional, una de las primeras medidas que debe tomar Naciones Unidas es obligar a todos los países a convertir la educación obligatoria hasta los 18 años, “porque está demostrado que cada año de más que una niña pasa en el sistema educativo, supone en torno a un 10% más de ingresos en el futuro, y ese es un dinero que las mujeres invertirán en sus familias, y por tanto en cambiar el futuro de muchos lugares del mundo”.