En su contestación a las réplicas de lo grupos parlamentarios en su comparecencia en la Comisión de Asuntos Institucionales, Pujol acotó que ésta se producía para explicar su comunicado del 25 de julio en el que reconoció haber tenido dinero en el extranjero y dijo que no entraría a contestar nada más.

Sí desmintió rotundamente que haya hablado con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para tratar de arreglar su situación fiscal. “¡Eso es mentira, una intoxicación, qe quede claro; no es serio esto!”, exclamó visiblemente indignado. También con enfado negó que su familia tenga 30 millones de euros en Andorra cuando los bancos andorranos han dicho que son cuatro.

En el mismo tono, criticó que su evasión fiscal se quiera convertir en “causa general “contra su gobierno y dijo detectar “un punto de frivolidad, de querer liarlo todo para crear una sensacion de malestar” contra él mismo y contra CiU, que, de ser cierto, dijo sería una condena contra toda la política catalana, dado que su partido ha gobernado 23 años. Y, añadió, si hubiera sido todo tan corrupto el país no habría aguantado”.

Pujol dijo también que le daba “pena” que algunos trataran de difundir una “actitud de desmoralización” y algunas de las cosas que se habían dicho, “mentiras que conducen a la desorientación”. Quiso poner en valor que se había “desnudado ante la opinión pública”, que no tenía por qué hacerlo y que sólo tenía una necesidad moral de hacerlo. “He cumplido con mi deber”, subrayó.

El expresidente catalán aseguró que no había podido intervenir para frenar informaciones, porque no tiene ninguna causa abierta, y echó en cara al Parlamento autonómico que aprobara una propuesta de reprobación de su comportamiento en el Debate de Política General, antes de su comparecencia de hoy. “Después de una condena previa tan radical, podía haber cancelado mi comparecencia, pero no lo he hecho”, se defendió.