Durante unas jornadas organizadas por Exceltur, José Luis Escrivá (BBVA) indicó que "aunque lo peor ya ha pasado y se ha producido todo el ajuste a la baja" lo que viene ahora es un periodo muy prolongado de demanda deprimida e incluso plana.

Por ello, advirtió que durante la próxima década no se producirán crecimientos muy bajos y muy distintos a los de la década pasada porque el nivel de paro es muy alto en toda Europa y esto genera una presión a la baja del consumo y de la renta disponible que afecta al turismo.

Además, recordó que "las familias llegan a esta situación con un nivel de endeudamiento muy elevado que hará que la reducción de deuda se prolongue durante varios años provocando un lastre para el consumo".

Por su parte, José Luis Malo de Molina (Banco de España) explicó que "aunque la economía mundial y doméstica ha sufrido una caída de demanda en 2009 que no es repetible, la salida de la crisis está siendo frágil, dubitativa y no exenta de algún pequeño accidente".

Al afectar esto a los principales mercados potenciales del turismo español en Europa, según Malo de Molina, la perspectiva de crecimiento es "moderada, no exenta de incertidumbres y diferenciada dependiendo de los distintos mercados".

A este respecto, apuntó que es esperable un mejor comportamiento de los países centroeuropeos como Francia o Alemania que de otros como el Reino Unido o la propia España.

"España va por detrás en la recuperación porqué se unen nuestros propios problemas a los de la crisis y esto nos lleva a un ajuste más profundo y que va a durar más tiempo", prosiguió Malo de Molina, quien recordó la importancia de la demanda interna para el sector turístico español.

Finalmente, Jordi Gual ("la Caixa”) coincidió con sus colegas en que "el momento complejo inaudito pasado por la economía mundial en 2009" no se repetirá en 2010 y en que "volverá el crecimiento aunque de forma muy moderada y expuesto a sobresaltos".