Los otros cinco ministros que este miércoles participaron en el Pleno del Congreso de los Diputados (Cristóbal Montoro, Luis de Guindos, Pedro Morenés, José Ignacio Wert y Fátima Báñez) evitaron pronunciarse sobre la renuncia de Gallardón.

Las prisas y el pronunciamiento de la vicepresidenta a este respecto fueron algunos de los argumentos entre los miembros del Ejecutivo para no entrar a valorar una dimisión que ayer llevó al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a acometer, a través de un comunicado, su segunda crisis de gobierno para anunciar que será Rafael Catalá el nuevo ministro de Justicia a partir de la semana que viene.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, había destacado a primera hora de la mañana “haber trabajado muy bien” con Gallardón y “haber aprendido mucho” de una persona “con gran visión política”, al que incluso definió como “su jefe” por la condición de abogada del Estado.

A media mañana, el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, puso en valor “su trayectoria larga, intensa y brillante” y asumió que "todas las decisiones que adopta el Gobierno, sea la materia que sea, son colegiadas".

SILENCIO EN EL GRUPO Y EN GÉNOVA

Sin embargo, el día después, el silencio ante las cámaras y micrófonos fue una constante también en las filas populares, frente a lo que ocurrió cuando Miguel Arias Cañete dejó el Gobierno el pasado abril.

Únicamente, el portavoz económico del PP en el Congreso de los Diputados, Vicente Martínez-Pujalte, destacó que el PP es “un partido que clarísimamente en sus genes lleva la defensa de la vida”.

La declaración oficial ya la había pronunciado en la tarde de ayer el portavoz del PP en la Cámara Baja, Alfonso Alonso, que puso en valor “la carrera política muy brillante y cuajada de éxitos” del ya exministro y “su extraordinaria capacidad”. “Siempre será referencia en Madrid y para los que empezamos política con él”, resaltó.

Tampoco desde la dirección nacional del PP se hizo una valoración pública tras la renuncia de uno sus miembros en el Comité Ejecutivo Nacional, pese a que el vicesecretario general de Organización y Electoral, Carlos Floriano, asistió al Congreso tanto el martes por la tarde como el miércoles por la mañana.

Génova se limitó a publicar en su web un comentario pasadas las 20.00 horas del martes para agradecer "los años de dedicación en el partido" y "en las instituciones en las que nos ha representado".

LA FIGURA DE GALLARDÓN

Diputados populares consultados por Servimedia achacaron este silencio a varios motivos, pero la mayoría de las voces coincidieron en señalar que la reacción tiene que ver con la propia figura de Gallardón, la antipatía que generaba dentro de sus filas y "la soledad" en la que ya vivía el exministro.

Reconocen que ni desde el Gobierno ni desde el Grupo Parlamentario ni desdé Génova ha habido un llamamiento a que la dimisión de Gallardón y la polémica retirada de la reforma de la Ley del Aborto pasen pronto a un segundo plano, pero sí aseguran que son "pocos" los que están dispuestos a dar la cara por el exministro.

En las filas populares había quien reconocía hoy que, salvo entre el grupo de diputados provida, hoy eran numerosos los parlamentarios que aguantaban "sonrisas contenidas".

Las mismas fuentes reconocen que en las reacciones también ha pesado el hecho de que Rajoy no haya dudado en "dejar caer" a un símbolo como Gallardón y admiten que, en el plano individual, en un momento "difícil" que no hay que perder de vista el escenario electoral del próximo año. Se perderán muchos escaños, se peleará por ocupar un buen puesto en las listas electorales y no serán pocos los que estén en el punto de salida.