Así lo anunció este lunes en rueda de prensa el jefe del servicio de Medicina Interna de la Paz, Francisco Arnalich, que compareció para dar explicaciones sobre la hospitalización de Manuel García Viejo, el religioso y médico español infectado por ébola en Sierra Leona trasladado el domingo a Madrid.

El misionero fue instalado en la sexta planta, la misma en que fue ingresado el padre Miguel Pajares, primer español muerto a causa de esta enfermedad.

Según Arnalich, no existe “peligro de diseminación del virus”, por lo que se ha decidido “no evacuar a los pacientes de las demás plantas” y proseguir las consultas externas.

“El dispositivo asistencial es el mismo que ya se puso en marcha con el padre Pajares”, explicó, tras señalar que en aquella ocasión se adoptaron “medidas de seguridad extremas más allá de las rigurosamente necesarias”.

En la sexta planta hay habitaciones en las que puede establecerse presión negativa, y “se han adoptado todas las medidas de sellado precisas” para evitar cualquier riesgo.