El CICR lanzó esta petición después de que siete personas que formaban parte de una delegación que informaba preventivamente del ébola, entre ellas trabajadores sanitarios, periodistas y personal de la Cruz Roja, murieran el pasado miércoles en un pueblo al este de Guinea tras ser atacados por un grupo de hombres armados.

Añadió que dos personas de esa delegación continúan desaparecidas, en tanto que un trabajador de la Cruz Roja de Guinea resultó gravemente herido en el ataque.

“Ataques como estos, que nacen de la frustración y el miedo sobre la enfermedad, no son aceptables”, indicó el CICR, que aseguró que “todas las acciones que dificultan las tareas de los que respondieron a esta epidemia, incluyendo los ataques contra el personal sanitario y los voluntarios, y las protestas violentas y la inseguridad en Liberia y Sierra Leona, impiden que comunidades enteras consigan la ayuda que necesitan”.

El CICR indicó que los enfermos de ébola necesitan atención médica urgente y sus familias deben ser supervisadas y recibir apoyo para reducir la propagación del virus. “En las comunidades donde el trabajo no ha podido llevarse a cabo, los casos de ébola han subido, lo que aumenta el impacto de la enfermedad y amplifica su difusión en toda la región”, agregó.

Subrayó que “sólo con la plena participación y el apoyo de las comunidades afectadas podemos seguir prestando servicios de educación para reducir las posibilidades de contraer esta enfermedad, así como de atención sanitaria, gestión de cadáveres para prevenir la infección y localización de contactos para reducir la posibilidad de infección”.

“Las comunidades de África occidental tienen un papel vital que desempeñar en la lucha contra esta terrible enfermedad, que ha afectado hasta el momento más de 5.000 personas y ha matado a más de la mitad de ellos”, concluyó.