Día Alzheimer. Los cuidadores pueden convertirse en los “enfermos ocultos"
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
La coordinadora de los grupos terapéuticos a cuidadores en la Fundación Pasqual Maragall, Sandra Poudevida, ha alertado de que los cuidadores suelen convertirse en los “enfermos ocultos” de no “conocer sus límites” en el cuidado de los enfermos de alzheimer.
“El cuidador de una persona con alzheimer debe conocer sus límites porque se entrega tanto a esa tarea que acaban enfermando, son enfermos ocultos que acaban teniendo estrés, cefaleas, depresión, dolores de espalda”, explicó a Servimedia.
En ese sentido, recordó que en España la familia juega un papel muy importante en el cuidado de una persona con alzheimer, ya que suele ser la que se encarga del mismo la mayor parte del tiempo.
“En España la familia se hace cargo del enfermo, que suelen pedir ayuda a domicilio o bien en centros de día. Además, es quien quiere el enfermo que lo cuide. Por eso, el cuidador necesita momentos de respiro porque hay enfermos dóciles, pero otros tienen un carácter muy difícil que pueden llegar a agredir. En estos casos, hay que pedir asesoramiento personal”, subrayó.
Del mismo modo, Poudevida insistió en que el alzheimer es una enfermedad que “emocionalmente toca mucho”, ya que, de repente, el ser querido empieza a decir “que no les quiere o que se vayan de casa”.
“El cuidador vive una suerte de duelo en vida porque va perdiendo actividades, por el cuidado del enfermo, de su vida cotidiana a medida que la enfermedad se agrava. A esto se añaden las consecuencias del deterioro del enfermo, lo que pesa mucho sobre la parte psicológica del cuidador”, sostuvo.
Los expertos consideran que las personas con alzheimer deben tener una rutina en sus actividades cotidianas. Aun así, no hay que descartar “que tengan actividades de ocio para evitar caer en el aislamiento porque debe seguir formando parte de la sociedad”.
Ante esta situación, la Fundación Pasqual Maragall ha desarrollado el Programa de Atención a Familiares, que está concebido para que el cuidador “siga formando parte de la sociedad”. Este programa incluye asistencia psicológica grupal en la que se les informa acerca de recursos y se les insta a seguir terapias de relajación.
“Los objetivos de esta iniciativa son bajar la tensión y tener mejor calidad de vida. Esto debe ser un trabajo lento, de autoreflexión, prolongado en el tiempo porque el cuidador suele entregar más de lo que puede dar”, manifestó.
Por último, advirtió que la figura del cuidador no está tenida en cuenta legislativamente en España porque “laboralmente tienen que reducir jornada y, a menudo, pierden sus puestos de trabajo”.
(SERVIMEDIA)
21 Sep 2014
MST/gja