Sánchez se expresó así en su segunda intervención a puerta cerrada ante el Comité Federal socialista que se reunía hoy en Madrid y durante el cual han intervenido representantes de todas las federaciones socialistas.

Insistió a sus compañeros de partido que “el adversario político” del Partido Socialista “es el PP” que tiene una estrategia clara para “dividir la izquierda”, y “eso es lo que tenemos que denunciar”.

Perfilaba así un poco más su alegato de primera hora de la mañana en contra de la “resignación” que, a su juicio, encarna el PP, y del “populismo”, una referencia ésta última que muchos de los asistentes interpretaron como dirigida a Podemos.

Eludió hablar de posibles pactos postelectorales, ya sea en los comicios autonómicos, en los municipales o en las elecciones generales y explicitó su escepticismo sobre posibles acuerdos con el Gobierno afirmando que “no se puede pactar con el Doctor No”.

En relación con los pactos postelectorales, también se pronunció el 'número dos' de los socialistas andaluces, Juan Cornejo, quien afirmó que “rechazar ya” una coalición con Podemos, o pactos eventuales según los territorios, es "anticiparse".

El secretario general del PSOE también aprovechó para explicitar ante el máximo órgano entre congresos que no apoyará la nueva Comisión Europea, y hacer este anuncio coincidiendo con su vieje a Estrasburgo del lunes y el martes. Los socialistas no han decidido aún si votará en contra o se abstendrán en la votación de la Comisión que encabeza Jean Claude Juncker.

El Comité Federal aprobó hoy el reglamento que regirá la celebración de primarias en el PSOE, al que se opusieron los representantes de Izquierda Socialista por entender que el 26 de julio es una fecha muy tardía para las primarias de las elecciones generales. Además, el Comité ha ratificado la fecha del 19 de octubre y del 30 de noviembre para la celebración de primarias autonómicas y municipales.

El Comité Federal acordó también incrementar las aportaciones de los diputados y senadores nacionales al partido en un 50% y en un 100% para los parlamentarios europeos, en aplicación del criterio “quien más tiene, más paga”.