El ATC estará “perfectamente operativo” en 2018 y no se alterará su presupuesto de 927 millones

- Enresa asegura que “ninguna” central cuenta con la seguridad que tendrá el almacén

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), Francisco Gil-Ortega, señaló este viernes que el Almacén Temporal Centralizado (ATC) de Villar de Cañas (Cuenca) estará “perfectamente operativo” en 2018, y aseguró que no se ha alterado su presupuesto total de 927 millones de euros tras la aprobación de los pliegos para sacar a concurso la contratación de la obra civil de la instalación nuclear.

En declaraciones a los periodistas tras intervenir en las XXXI Jornadas Nacionales sobre Energía y Educación, organizadas por el Foro Nuclear, Gil-Ortega explicó que con el incremento de uno de los apartados del presupuesto del almacén se aumentará el espesor de las paredes de hormigón y la pigmentación, entre otros aspectos, algo que está “totalmente justificado”.

No obstante, Gil-Ortega aclaró que no se ha alterado “en absoluto” el importe total de 927 millones previsto para la construcción de la instalación, cuya seguridad no tiene “ninguna central nuclear” en España y “en casi ningún lugar del mundo”.

“Es un referente a nivel internacional y queremos que sea algo totalmente seguro, que no haya ninguna previsión de que jamás pueda ocurrir nada”, apostilló el presidente de Enresa, quien aseguró que el ATC podría estar “perfectamente operativo” en 2018.

FASES

Antes de su puesta en marcha, está previsto que la construcción del vivero de empresas y el laboratorio, que se encuentran en un nivel del 70%, concluya el próximo mes de noviembre o diciembre, con la previsión de poder comenzar las obras, en una fase previa de movimientos de tierra, “a últimos de febrero o primeros de marzo”.

Para ello, indicó Gil-Ortega, Enresa deberá recibir la autorización del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, junto a la del de Medio Ambiente y del Consejo de Seguridad Natural (CSN). Asimismo, en septiembre del próximo año deberá tener la autorización de construcción, que será cuando se empiecen a “levantar los muros”.

Con anterioridad a estas fases, Enresa prevé que el almacén de espera de contenedores para trasladar los residuos existentes en Vandellòs (Francia) quede finalizado antes de finales de 2016.

Preguntado por las críticas de algunas organizaciones ecologistas al pliego publicado a principios de septiembre para sacar a concurso la contratación de la obra civil principal del ATC, con un importe máximo de licitación de 217 millones, Gil-Ortega sostuvo que es “el más adecuado” al estar “supervisado” e “inspeccionado”, y ser “perfectamente legal”.

Las empresas interesadas en presentar ofertas tendrán de plazo hasta el próximo 27 de octubre para hacerlo y hacerse con la ejecución de la obra civil principal del ATC.

1.500 TONELADAS DE RESIDUOS

Durante su intervención en las jornadas, Gil-Ortega defendió la utilidad de la empresa pública Enresa, ya que “si no existiera, habría que crearla”, por su labor en la gestión y custodia de los residuos nucleares y la protección al medio ambiente.

El presidente de Enresa afirmó que se logrará el objetivo de traer en contenedores los residuos de Vandellòs, así como los correspondientes a las centrales con problemas de saturación, cuya extracción se iniciará en 2018.

“No hay otra solución ni nadie ofrece otra solución”, apuntó Gil-Ortega, quien indicó que la situación respecto a las 1.500 toneladas de residuos de muy baja, baja y media intensidad está “resuelta en España”.

A este respecto, recordó que Enresa recoge también los productos radiactivos de 800 puntos de pequeños productores, y que el almacén de El Cabril (Córdoba), de 1.250 hectáreas, se encarga de almacenar este tipo de residuos de menos actividad.

“El Cabril está lleno en un 70% y hay que dar solución de cara al año 2022 o 2023”, añadió tras advertir que “en algún momento de esta década habrá que pensar que hacemos con los residuos”.

(SERVIMEDIA)
12 Sep 2014
SMV/MFM/gja