El Grapo Martín Ponce culpa a Silva Sande del asesinato de dos guardas jurado en Vigo
- El ex jefe militar de la banda se jactó de ser el “cow boy” que “agujereó” a los vigilantes
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El terrorista de los Grapo Marcos Martín Ponce no dudó en delatar hoy ante la Audiencia Nacional al que fuera su máximo jefe militar, Fernando Silva Sande, al que señaló como el autor material de los disparos que acabaron con la vida de dos guardas jurado en mayo de 2002 durante el atraco a un furgón blindado en Vigo (Pontevedra).
El terrorista Marcos Martín Ponce fue explícito a la hora de acusar a su antiguo superior dentro de la organización. Este miembro de los Grapo aseguró que tras el atraco al furgón, Silva Sande se jactó en Francia de haber sido el “‘cow boy’ que tiraba de escopeta recortada para agujerear a los guardas” y añadió que, si le hubieran dejado, “hubiese acabado” con el vigilante que resultó herido.
Martín Ponce aseguró además que fue Silva Sande quien, dentro del “Comando central” de la banda terrorista, decidió llevar a cabo el atraco del furgón y quien, a la luz de los “malos resultados” de otras acciones similares, estableció que no se podía dar opciones a los guardas jurados y que había que matarlos antes de que pudieran salir del vehículo.
El miembro de los Grapo realizó esta afirmación durante el juicio que la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional está celebrando por el atraco en el que murieron dos vigilantes.
La acción tuvo lugar a primera hora del 8 de mayo de 2000, cuando los terroristas colocaron tres cargas explosivas al paso de un furgón que circulaba por la carretera Provincial de Vigo en dirección a la Gran Vía trasladando fondos a la sede del Banco de España.
Las bombas, de fabricación casera, hicieron explosión sobre las 7.45 horas del 8 de mayo y provocaron la parada del furgón. Tras las deflagraciones, los terroristas abrieron fuego con sus pistolas contra ambos lados del vehículo mientras Silva Sande dirigía la operación con una escopeta.
DOS MUERTOS
Los vigilantes jurados del furgón, Jesús Sabral y Manuel Espada, salieron del vehículo para repeler la agresión. Sabral resultó gravemente herido mientras que Espada, tras refugiarse en el compartimento trasero de carga, fue alcanzado por los disparos de Sande. Por su parte, el conductor del furgón, Gonzalo Torres, logró salir por la puerta izquierda del vehículo pero fue alcanzado por los disparos.
Una vez abatidos los vigilantes, Silva Sande logró apoderarse de tres bolsas de plástico con dinero y los terroristas iniciaron la huida. En la acción resultaron muertos el vigilante Jesús Sabral y el conductor Gonzalo Torres Lage.
En el banquillo de los acusados, además de Martin Ponce y Silva Sande, se sentaron Manuel Pérez Martínez, conocido como el “Camarada Arenas”, Mónica Refojos, Israel Torralba y Esther González Ilarraz.
La fiscal encargada del caso, Ana Noé, solicita 155 años de cárcel para el grapo Torralba y 152 años de prisión para Silva Sande, Refojos, González Ilarraz, Martín Ponce y Pérez Martínez.
Todos ellos están acusados de pertenencia a organización terrorista, robo con intimidación, estragos terroristas, tenencia de explosivos así como de dos delitos de asesinato terrorista y cuatro de lesiones. La fiscal atribuye además a Torralba un delito adicional de falsedad en documento oficial.
En el banquillo de los acusados también se sentó José Luis Elipe, para quien se piden 12 años de prisión por los delitos de pertenencia a organización terrorista y falsedad documental.
EXPULSADO DE LA BANDA
Martín Ponce explicó a los magistrados del tribunal que Silva Sande fue expulsado de los Grapo poco después del atraco. La cúpula directiva de la organización terrorista decidió expulsar a su jefe militar no sólo por el “peligro” en que se había convertido si no también por haber sido acusado de violar a una compañera de la banda y de haberlo intentarlo con otras terroristas.
“La expulsión de la banda es lo mejor que le pudo pasar porque en una organización revolucionaria a esa gente se le suele ejecutar”, dijo Martín Ponce.
La vista oral continuará mañana con la declaración de los testigos. Está previsto que el juicio termine el miércoles.
(SERVIMEDIA)
18 Ene 2010
DCD/jrv