En una entrevista en la Ser recogida por Servimedia, subrayó que la pasada legislatura el Parlamento tardó dos años en cerrar la reforma de la ley electoral, después de un trabajo "muy intenso".

Lo que no puede hacer el PP, alertó, es "identificar la regeneración democrática con resolver sus problemas internos".

Se declaró "dispuesto a hablar" pero después de esas elecciones, fuera de un periodo electoral.

Al día siguiente de las elecciones, aseguró, estará dispuesto a "abrir un periodo de reflexión, diálogo y negociación para modificar lo que haya que modificar de la ley electoral".

Insistió también en la necesidad de reducir el número de aforados y también el grado de aforamiento, porque "no tiene sentido" que el Congreso de los Diputados vote un suplicatorio porque un parlamentario ha dado positivo en un control de alcoholemia.

Personalmente "no me importaría que no hubiera aforados en política" pero cree que, al menos, el aforamiento debe ser solo para cuestiones directamente relacionadas con la actividad pública.