Lo presentaron este martes la consejera de Familia y Servicios Sociales, Sandra Fernández; el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Territorio, Gabriel Company; la directora del IBD, Isabel Llinàs, y el gerente del Instituto Balear de la Vivienda (Ibavi), Roberto Cayuela.

Este nuevo programa unifica dos anteriores y se convierte, en palabras de Fernández, en el instrumento "de apoyo profesional y multidisciplinar que persigue que la mujer que ha sido víctima de maltrato vuelva a sentirse una mujer autónoma, capaz de dirigir su vida".

Una parte del proyecto, incidió, es la realización de un Plan de Atención Individual que tiene en cuenta las peculiaridades de cada una de las mujeres atendidas y que marca las áreas en las que necesita más refuerzo.

Ambos consejeros resaltaron la colaboración entre diversos departamentos del Gobierno balear para llevar a cabo este proyecto, aunque "ojalá no tuviéramos que necesitar un recurso así". También Llinás incidió en la transversalidad de la lucha contra la violencia de género, y detalló que el año pasado la red de acogida balear atendió a 151 mujeres y 150 niñas y niños; un 76% entró por vía de urgencia, un 84% había sufrido maltrato físico y psicológico y un 45% tenía de 31 a 40 años.

La estancia de las usuarias se ha ido acortando en gran parte "gracias al trabajo de los profesionales", según interpretó, y actualmente está entre uno y tres meses. El 54% no tenía trabajo.

El Proyecto Ariadna ofrece a cada mujer un itinerario personalizado con tres servicios o etapas: el de primera acogida, el por término medio estada y los pisos tutelados. Las usuarias se pueden beneficiar de todos o sólo de una parte, según sus necesidades. Siempre contando con un equipo multidisciplinar de profesionales que les ayude a recuperar la autoestima y la autonomía personal y económica, y que está a su servicio las 24 horas del día.

La infraestructura del proyecto, un inmueble cedido por el Ibavi al IBD durante 10 años, se compone de 34 habitaciones, con lo que Baleares pasa de contar con 157 plazas a 166. Cuenta con un equipo de intervención formado por 15 profesionales: dos coordinadoras (una de ámbito general y la otra técnica trabajadora social), una psicóloga, tres educadoras (una de ellas técnica infantil) y nueve auxiliares técnicas educativas.